Cassie

Capítulo 3.

Capítulo 3 - "Bienvenidos a la fraternidad."

Cassie.

Bajé las escaleras lo más rápido que pude, mientras sentía mi pulso acelerado por lo que acababa de presenciar. Cuando mis pies resonaron por el final de la escalera, decidí calmarme. Mordí mi labio mientras intentaba reordenar el hilo de mis pensamientos. ¿Qué había sido lo que acababa de presenciar? ¿Acaso ellos estaban juntos y no le habían dicho a nadie? Negué con la cabeza. Realmente lo que sucediera entre ellos no era de mi incumbencia. Y lo que sea que fuera, estaba segura de que tampoco quería saberlo.

Cuando llegue a la sala como si nada, Clary alzó las cejas— Vaya, creo que la conversación fue algo rápida.— dijo, mientras se acomodaba en el sofá.

Ross resopló— Intenté advertírtelo, Cassie.

Clary frunció el ceño— ¿Advertirle qué? ¿Acaso me perdí de algo?

—No, de nada.— dije yo, intentando restarle importancia— Paul estaba ocupado. Charlaremos más tarde, eso es todo.

Ross me observó fijamente, pues sabía que yo estaba mintiendo.

—Como sea.— Clary se encogió de hombros— Traje comida china, Ross. ¿Te unes?

Él enseñó sus dientes—Mi favorita, claro que sí.

— Iré a calentarla a la cocina. Ya vuelvo—  Y sin más, abandonó la habitación.

Yo fulminé a Ross con la mirada en cuanto estuvimos solos. Él me alzó una ceja— ¿Sorprendida?

Le devolví el gesto— ¿Por qué?

— Pues... creo que te diste cuenta en qué estaba mi hermano. O mejor dicho, con quién.

Desvié la mirada, incómoda— Eso es asunto suyo.

Ross rascó su cabeza, analizando la situación— Cierto, pero me di cuenta de tu mirada cuando llegaste aquí.

Yo lo observé de mala manera— Bueno, no es que me agrade ver a dos personas en un momento tan... íntimo. Además, ¿por qué el interrogatorio?

Ross pareció pensárselo un momento.— Tienes razón; olvídalo. No es asunto mío.

Yo rodé los ojos— ¿Estás utilizando alguna clase de psicología inversa conmigo?

Una sonrisa se formó en sus labios— Tal vez.

— ¿Entonces me vas a decir qué ocurre?

— Nop.

Resoplé, pero no tuve tiempo de responder, pues Clary llegó al lugar con una bandeja llena de comida china. 

— Sírvanse camaradas, la casa invita.

Yo inmediatamente me eché un poco de fideos a la boca. Cerré los ojos al instante, saboreando una comida que no degustaba hace un buen tiempo. Ross chasqueó la lengua.

—Esta noche hay una fiesta en la casa de mi fraternidad.— comentó él, mientras masticaba— ¿Quieren venir?

—¿Estás en una fraternidad?— preguntó Clary con sorpresa— ¿Y por qué yo no lo sabía?

—Nunca preguntaste.— él se encogió de hombros— Es una nueva. Su nombre es Epsilon, y a diferencia de la mayoría, es una fraternidad mixta conformada en su mayoría por deportistas. 

—Pero yo no soy deportista.— Clary frunció el ceño mientras masticaba.

—Dije en su mayoría.— habló Ross— ¿Quieren venir o no?