Capítulo 8 - ¿Qué somos exactamente?
Cassie.
—¿Qué diablos te paso en la cara?
Me concentré en el rostro de Katty, mientras ella me hacía preguntas y caminábamos por los pasillo de la universidad.
— ¿Qué no se nota?— pregunté, alzando las cejas— Mi cabeza se estrelló contra el suelo.
April iba a nuestro lado sin decir una palabra; pero yo sabia por la expresión en su rostro, que estaba muy atenta a nuestra conversación.
—Eso escuché.— dijo Katty, con el semblante algo preocupado— ¿Estás bien? ¿Pudiste descansar algo los días que tuviste libres?
Le di un afirmativo con la cabeza— Bastante. Tuve todo el fin de semana y tres días más en cama para cerciorarme de que no se trataba de nada grave. Además, pude avanzar mucho en los deberes de la Universidad en ese tiempo.
—Chica con suerte.— soltó April del lado contrario, y yo sonreí.
—¿Qué tal los entrenamientos?— le pregunté, ya que no había podido acercar ni un dedo a una piscina estos últimos días— ¿Qué les ha dicho Smith?— dije, refiriéndome a la entrenadora.
—Pues... Hanna dice que tendrás que trabajar el doble si quieres seguirnos el ritmo.— dijo April, observándome de forma compasiva— Pero ya sabes que siempre podemos quedarnos a practicar juntas después del entrenamiento.
Yo lancé un suspiro. Realmente mi accidente me había costado cuatro días importantísimos de entrenamiento.
—Estaría muy agradecida si comenzamos la otra semana.— le dije, ya que por esta, tenía prohibido poner los pies en el agua.
—¿Qué tal las cosas por la fraternidad?— preguntó Katty, mientras nos acercábamos al estacionamiento.
Yo hurgué en mi bolso, intentando encontrar las llaves de mi auto— Oh, ya sabes, lo de siempre.— comencé— El sábado hubo una fiesta en la playa de Santa Bárbara; resulta que los padres de Bonnie son dueños y hubo un campeonato de voleibal de por medio.
—¿Eso es lo de siempre?— preguntó Katty, incrédula— Vaya, no me quiero ni imaginar cómo funciona cuando realmente se esfuerzan por pasársela bien.
Yo reí— Y de todas formas no pude ir.
—¿Por qué?— me preguntó Katty, extrañada— ¿Ni siquiera podías ir a observar?
Justo en ese momento, Caleb se apareció por el estacionamiento. Venía bajando de su jeep negro con el uniforme del equipo de natación. Noté por el rabillo del ojo, como muchas chicas lo observaban más de lo debido. Katty soltó una risa.
—Vaya... parece que tu noviecito...
—Hola chicas.— dijo Caleb, pasando rápidamente por nuestro lado, sin siquiera dirigirme la mirada— Cassie.— fue lo último que dijo antes de seguir avanzando.
Yo lancé un suspiro, no pudiendo creer lo infantil que podía ser algunas veces. April y Katty me observaron con las cejas alzadas, exigiendo una explicación.
—¿Qué fue eso?— preguntó April frunciendo el ceño.
—¡Sí, Cassie!— exclamó Katty, con cara asombro— ¿Qué rayos fue eso?
Abrí la puerta de mi auto, mientras las chicas se subían también a él.
—Discutimos el fin de semana.— dije, recordando cómo había sucedido todo— Si se preguntan por qué no fui a la fiesta en la playa, fue porque a Caleb le pareció que sería demasiado arriesgado.— encendí el motor rápidamente, sintiendo cómo la rabia que había acumulado en aquella pelea, ya se había disipado por completo.
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Cassie
Roman pour AdolescentsCassie Edwards es hija de un escritor famoso, de quien todo el mundo ha escuchado. Su sueño siempre fue convertirse en una gran escritora, y seguir los pasos de su padre para continuar con su legado. Además, planea triunfar en el equipo de natación...