Capítulo 19.

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Capítulo 19 - "Y los problemas continúan."

Cassie.

—Aquí hay como cincuenta regalos, Clary.— dije yo, observando la habitación llena de paquetes con una mueca. 

—Claro que los hay.— me respondió ella, como si fuera obvio— La condición para venir a tu cumpleaños era traer un regalo...

—¿Qué?— yo la miré con los ojos bien abiertos, no pudiendo terminar de comprender el criterio que había aplicado— No puedes estar hablando en serio...

Clary se cruzó de brazos, muy convencida de su respuesta— Pruébame. 

Yo sacudí la cabeza por segunda vez, no pudiendo dimensionar toda la cantidad de cosas que tenía en frente. Probablemente, la mitad de estos regalos eran de gente que no conocía del todo, y yo me preguntaba por qué diablos mi amiga había puesto de condición algo tan estúpido como eso.

—¿Ya quieres abrirlos?— me dijo ella, tomando un papel de color rosa y lunares blancos— ¡Este se ve bastante mono!

—¿Tú en serio crees que quiero pasarme las próximas tres horas de mi vida, abriendo regalos?— pregunté desconcertada, y Clary se encogió de hombros. Simplemente rasgó el paquete y lo abrió con las dos manos. Yo suspiré— Al parecer tú sí. 

—Exactamente, si. — me dijo ella, y sacó del paquete una caja de bombones de diferentes sabores de relleno. Yo ladeé mi cabeza para observarlo de mejor forma, mientras se me hacía agua a la boca. En realidad, tenía que admitir que adoraba cuando me regalaban chocolate en mi cumpleaños.

—¡No pienso compartirla!— le advertí, arrebatándole a mi amiga la caja de las manos. 

Clary lanzó una carcajada— ¿En serio piensas que es la única caja de chocolate que vas a recibir?— enarcó las cejas— Aquí deben haber por lo menos unas veinte... 

—Pues es un regalo muy versátil.— destaqué yo, muy convencida de ello— Además, mejor para mi. Adoro el chocolate. ¿Por cierto, quieres uno?— pregunté, abriendo la caja y echándome uno a la boca.

—Eso ya lo sé.— me dijo mi amiga, aceptando un bombón de chocolate de inmediato; al mismo tiempo que rasgaba un segundo y tercer regalo— Chocolate y una linda agenda. Enhorabuena por el tercero. 

Yo la tomé con ambas manos y la analicé. Realmente era una agenda muy bonita. 

—¿Y acaso tú esperabas que yo abriera todo esto el día de mi cumpleaños?— pregunté con la boca llena. 

—Sí.— dijo Clary sin titubear— La gente ama ver los regalos ajenos. Es parte de su lado chismoso.

—Igual, te encargaste de cambiar algunos papeles para que no supiera de quienes eran. 

—Así es.— dijo ella, muy concentrada en abrir el siguiente regalo. Era más chocolate—  Más emoción, y menos comparaciones. 

Yo rasqué mi nuca mientras observaba a mi amiga continuar con su tarea. En realidad, no recordaba jamás haber tenido una cantidad de regalos tan descomunal como esta; y a decir verdad, tampoco es que me hiciera tanta gracia. 

No es que no fuera materialista o algo por el estilo. Sabía que era muy hipócrita de mi parte el decir que un lado de mi no lo era; sin embargo, también muy tenía claro, que aquello no era ni de cerca lo más importante. 

Mientras mi amiga dejaba unas pantuflas junto con los demás regalos, mi vista recorrió los matices de colores que tenía en frente. Habían de diferentes tonos y tamaños; sin embargo, yo sabía cuál de todos estaba buscando, y cuando mi vista se posicionó en una pequeña bolsa azul en una esquina de la habitación, me dirigí de forma directa hacia aquel lugar.  

CassieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora