Capítulo 13.

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Capítulo 13 - "Tiempo con los O'Malley"

Cassie.

—La cena realmente estuvo deliciosa.— agradecí, mientras todos terminaban de comer en casa de los O'Malley.

Eran aproximadamente las ocho de la noche, y nos encontrábamos cenando todos juntos, esparcidos a lo largo de la mesa del comedor.  

—No hay de qué, querida.— me sonrió la madre de Clary, que también comenzaba a levantarse. 

Elena tenía unos grandes ojos verdes, acompañados de una sonrisa perfectamente cautivadora que todos sus hijos habían heredado. Yo le sonreí de vuelta, intentando parecer cortés. Al final, mi familia y yo nos habíamos reunido para poder compartir una comida familiar junto con los O'Malley. Mi padre y Robert, habían cerrado hace unas horas un contrato muy exitoso, y habían decidido que lo mejor era celebrar todos juntos el gran logro de la editorial. 

Ross conversaba con su padre acerca de lo aburrida que era la literatura para él, mientras que Robert le hablaba de lo nefasta que consideraba la historia. Ambos rieron por lo irónico de la situación. Aunque a simple vista pareciera una conversación bastante acalorada, yo sabía que en el fondo ambos disfrutaban hacerse bromas mutuamente. 

En una esquina de la mesa, Paul y Clary comentaban algo relacionado con la universidad, riendo y susurrándose cosas al oído. Yo los observé por unos segundos, preguntándome cuál podría ser su tema de conversación. 

Mi madre tomó su plato con ambas manos, con intención de dirigirse al lavatrastos. 

—Oh, no te preocupes por eso.— la detuvo la madre de Clary, negando con la cabeza— Yo me encargo. Después de todo, soy la anfitriona esta noche. 

—Elena, por favor.— mi madre le hizo un gesto con la mano— Te ofrezco mi ayuda. 

La señora O'Malley pareció pensárselo por un momento. Finalmente, cedió. 

—Si insistes.— le sonrió de vuelta, mientras las dos se dirigían hacia la cocina. 

Mi madre y la madre de Clary eran viejas amigas, ya que desde jóvenes, habían tenido que relacionarse gracias al trabajo conjunto de sus maridos. Su amistad me recordaba un poco a Clary y a mi, y aunque obviamente eran épocas totalmente distintas, la confianza que había entre ellas dejaba en claro que habían vivido muchas cosas juntas. 

Mi padre, que estaba sentado junto a mi, puso la mano en mi hombro. 

—Lamento no poder quedarme para tu fiesta de cumpleaños, cariño.— dijo él, ya que con mamá viajaban a Seattle este mismo fin de semana.

Yo giré levemente mi cuello, notando sus ojos azules rodeados de arrugas prematuras. Por un cambio de planes, mis padres habían alargado su estadía un poco más; sin embargo, no lo suficiente para estar presentes en mi gran día.

—Supongo que lo resistiré.— intenté sonar positiva. Lo cierto es que yo jamás había pasado un cumpleaños sin mis padres, y seguramente los echaría mucho de menos. 

—No estés triste, te lo compensaré.— apretó mi brazo con suavidad— Promesa de Edwards. 

Yo encontré su mirada y sonreí por la última frase. Aquello era algo que papá siempre solía decir. 

—Está bien, papá.— le di un abrazo apretado.— Después de todo, supongo que es parte de independizarse. 

El sonrió y asintió con la cabeza, aunque su mirada no era del todo alegre. Noté por el rabillo del ojo, que Robert le hacía una señal para salir a fumar. 

CassieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora