Cassie

Capítulo 9.

Capítulo 9 - "La búsqueda del tesoro." 

Cassie

—¡No puede ser posible que me entere de tu accidente una semana después!— exclamó mi madre, furiosa en la cámara del videochat. 

Soy chica muerta, pensé para mi misma mientras observaba a Clary, quien no dejaba de observarme asustada.
Eran pocas las veces que mi madre se encontraba tan alterada.

Yo le enseñé los dientes mientras intentaba arreglar la situación— ¡Vamos ma, no es para tanto!

—¿Me estás hablando en serio?— me contestó, abriendo los ojos como platos —¿Cómo es posible que mi propia hija me oculte algo como eso?

Pasé ambas manos por mi rostro, intentando pensar en algo para decir— Tengo muchas cosas por las que preocuparme.— me justifiqué— Ya sabes... la universidad... los entrenamientos...

—¡Pues es en esos momentos donde más necesitas a tu madre!— continuó— ¡Cuando tu padre se entere de esto...

—¡No!— dije yo, en un grito demasiado fuerte— ¡No puedes decirle a mi padre nada de esto!

Mi madre me observó como si de pronto estuviera loca— No me pidas que le oculte nada a tu padre, Cassie. Sabes que entre nosotros no hay secretos, ¡mucho menos si involucran a nuestra hija accidentada! ¡Es tu padre, y tiene derecho si su hija se encuentra herida o en problemas!

Lancé un suspiro. Como papá se enterara de que estuve en el hospital y no le informé del asunto, iba a sentirse muy mal al respecto. Sin embargo, yo sabía de sobra que había cometido un gran error al no decirles a mis padres sobre mi accidente.

—Lo siento mucho má.— susurré— Yo sólo... no quería preocuparlos.

—¿Cómo no querías que nos preocupáramos por ti?— dijo ella, algo dolida— Eres nuestra única hija. 

Hice una mueca, dándole a entender a mamá que ella tenía razón— Perdón.— dije de nuevo— ¿Qué puedo hacer para que me perdones?

Mi madre se lo pensó un momento, sin quitar su mirada de reproche de la pantalla. 

—Iremos a visitarte con Anton el fin de semana que viene.— me informó ella, acomodando su cabello— Tu padre tiene varias reuniones en Las Vegas dentro de la semana, así que planeamos visitarte durante esos días. Nos tienes muy preocupados, Cassie. Queremos asegurarnos de que te encuentras bien. 

Asentí con la cabeza, observando de reojo a amiga, quien tenía el semblante pensativo. Aunque me costara admitirlo, en el fondo añoraba unos momentos de calidad con mis padres. Yo nunca los había tenido lejos por tanto tiempo. No estaba para nada acostumbrada a estar sin ellos, y creía que de pronto, su lejanía tal vez me estaba jugando una mala pasada. 

—Está bien má.— dije yo, mientras sentía como de pronto una sonrisa afloraba en mi rostro— A decir verdad, te echo mucho de menos. 

Mi madre al fin se deshizo del rostro serio, para reemplazarlo por el que yo estaba acostumbrada a presenciar— Yo también a ti, Cassie.— dijo ella, esbozando una sonrisa— Pero ya cuéntame, ¿está todo bien? 

Asentí con la cabeza— Ya te conté todo lo que ocurrió.— admití— La semana que viene tengo que volver a los entrenamientos, pero por el momento es todo lo que tengo para contar. 

Mi madre se quedó pensando; sin embargo, no dijo nada más al respecto.

—Quiero que me mantengas informada, ¿si?— dijo ella, observándome algo preocupada— Quiero que sepas que aunque estemos a mil kilómetros, siempre puedes seguir contando con tu madre.