Soukoku. OTP Challenge

Cooking/baking

Cocinando o haciendo repostería❣️.

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—¡Mira cómo se inflan! —comentaba con ilusión Dazai, viendo cómo los cupcakes que habían metido al horno empezaban a tomar forma.

—¿Se ven bien? —preguntó Chuuya, quien se encontraba haciendo la crema para decorarlos luego.

—Deliciosos. Debe ser porque los hicimos nosotros.

—¿Nosotros? Tú solo los metiste al horno, idiota —le contestó mientras volteaba los ojos. Ni de loco dejaba que Dazai los tocara.

—Son para mi querida cuñada, ¿no?

—Sí. Dile Kouyou, odia que le digas así.

Dazai rió cuando recordó la cara de disgusto de la mujer cuando Chuuya se lo presentó.

—¿Por qué me odiará tanto?

—Te diré...

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Minutos después, los cupcakes estaban siendo decorados por las hábiles manos del pelirrojo. Hacía flores, corazones y todo tipo de formas que se le ocurrieran con la crema. Daba un poco de trabajo, pero se entendían.

—¿Puedo intentarlo? —le preguntó el castaño, viendo con ilusión cómo lo había hecho Chuuya.

—Adelante —le dejó, dándole la boquilla con la crema y observando  con qué estupidez le salía.

Dazai quiso hacer lo típico que hacían al decorar cupcakes, irle apretando a la boquilla mientras daba vuelta como una espiral. Sin embargo, al no tener idea alguna de cómo hacerlo, apretó con demasiada fuerza y de la boquilla salió un montón de la crema, cayendo, literalmente, como mierda en el cupcake.

Chuuya se tuvo que aguantar la risa cuando vio la cara de decepción del más alto.

—Cómete ese, ni de coña le doy un cupcake a mi hermana con crema que parece mierda encima —le arrebató entre risas la boquilla para terminar con el último cupcake

Dazai solo le volteó los ojos antes de agarrar el cupcake y darle un bocado. Era de coco y sabía bastante bien. Sin embargo, le sorprendió lo familiar que se le hizo el sabor. Se acordó de cuando en preparatoria, en San Valentín le llegó una caja llena de cupcakes que juraba tenían el mismo sabor. Los recuerda tan bien porque fue lo más delicioso que comió ese día y trató de dar con la persona que se los envió, sin ningún resultado.

—¿Chuuya?

—¿Si? —le preguntó sin darle importancia.

—¿Te gustaba desde preparatoria?

Chuuya de la sorpresa, apretó con fuerza y terminó arruinando el último cupcake también. Se acordó también de aquel regalito que le había enviado   al castaño años atrás, pero nunca le dijo nada acerca de ello.

—¿P-por qué lo dices? —se hizo el tonto, sintiendo como sus orejas y mejillas empezaban a tomar un color carmesí.

Dazai sonrió con victoria al ver la cara roja y el tartamudeo del pelirrojo.

—¿Fuiste tú? —le preguntó, sabiendo que Chuuya sabía exactamente a qué se refería.

—N-no sé de qué me estás hablando.

—¡Vamos, Chuuya! Ya estamos saliendo, ¿qué tiene de malo? 

El pelirrojo lo mal miro antes de bajar la mirada.

—Bien, sí, te envié unos cupcakes iguales a estos en San Valentín —le admitió, tragándose toda la dignidad que tenía, pues sabía que Dazai no le dejaría dormir hasta que hablara.

Sintió los brazos del más alto rodearlo por atrás.

—¡Chuuya, eres el mejor!

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Al día siguiente, Chuuya tuvo que llamar a los bomberos, pues Dazai le trató de cocinar el desayuno como agradecimiento a esos ricos cupcakes de hace años, quemando la cocina junto con la comida.

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Nunca dejen a Dazai cocinar algo xd

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