Getting married

2.5K 246 57
                                    

Casándose❣️.

...

...

...

Uno se supone que se siente nervioso antes de entrar al altar, feliz y satisfecho pues el amor de su vida le esperaba para anunciar su amor ante su Dios y empezar una nueva etapa.

Chuuya no sabía ni cómo terminaron tan ebrios en Las Vegas y, como consecuencia, en uno de esos edificios cutres donde casaban a las personas con solo dar su nombre y fecha de nacimiento.

Lo que no iba a negar, era que estaba demasiado perdido y feliz, que no se sorprendió cuando entró al altar, agarrado de una mujer que le pidió que le acompañara por tener un parecido a Kouyou, y ver a otras señoras en los asientos para el público, gritando y hablando como si en un concierto se encontraran al ver entrar al pelirrojo.

Cuando pensaba en su boda, creía que vestiría un smoking a la medida, no su típica ropa con un simple velo sobre sus cabellos rebeldes y caminando como venado recién nacido debido al alcohol en su sangre.

Su sonrisa se ensanchó al ver al castaño del otro lado de la habitación, igual de sonriente cuando sus ojos se encontraron. Estaban haciendo, probablemente, la mayor estupidez de sus vidas.

Casándose, ebrios, rodeados de personas que jamás habían visto y, lo peor de todo, en Las Vegas.

Al menos, Chuuya tendría la excusa de "Lo que pasa en Las Vegas, se queda en Las Vegas".

Cuando llegó al altar, con sus mejillas sonrojadas y la sangre hirviendo, agarró de la mano al castaño.

Mientras tanto, Dazai estaba viviendo una fantasía en su cabeza. Pensaba en la hermosa casa que se comprarían, en el gato que adoptarían porque jamás que aceptara un canino en su hogar, tendrían sexo todas las noches y se dirían lo mucho que se amaban después. Sí, todo sería perfecto, justo como en los cuentos. Muy, pero muy en el fondo, él sabía que todos esos pensamientos eran producto del alcohol pero, ahora mismo, todo le daba igual.

Estuvieron así como por cinco minutos, cada uno perdido en sus fantasías sin entender ni una sola palabra de lo que decía el supuesto cura frente a ellos.

—¿Nakahara Chuuya? —llamó por segunda vez éste, acostumbrado a ser ignorado la mayoría del tiempo.

El susodicho parpadeó varias veces hasta enfocar su mirada en el hombre viejo frente a él que sólo asintió al tener la atención del pelirrojo.

—¿Aceptas a Dazai Osamu como tu legitimo esposo, en la salud y en la enfermedad, en las buenas y en las malas, hasta que la muerte los separe?

—Si es que no lo mato primero —comentó con la voz algo arrastrada lo suficientemente alto para hacer reír a las señoras ebrias que tenían como público, unas llorando como si de sus hijos se trataran y otras que parecían estar más allá que para acá —. Sí, acepto.

—Dazai Osamu, ¿acepta a Nakahara Chuuya como su legitimo esposo, en la salud y en la enfermedad, en las buenas y en las malas, hasta que la muerte los separe?

—Por supuesto que sí —respondió con demasiada alegría para el espanto de Chuuya.

—Entonces los declaro marido y marido, pueden besarse —terminó la ceremonia de mala gana el señor y se retiró del lugar casi al instante.

Con torpeza, los dos hombres se acercaron hasta juntar sus labios en un beso que empezó tranquilo y que fue subiendo de intensidad a la par de los gritos de las señoras que estaba disfrutando del espectáculo de los recién casados. Al no pensar bien y ni siquiera saber en dónde estaba, las manos de Dazai empezaron a bajar de la espalda del pelirrojo hasta su trasero y un gemido por parte del más bajo le recordó que aún estaban en público.

Se separaron y Dazai no dudó en cargar a Chuuya para llevarlo directamente a la habitación del hotel que, con suerte, encontrarían.

...

...

...

Despertaron milagrosamente en el cuarto que habían apartado con la mayor resaca de sus vidas, un dolor en todo el cuerpo que ninguno pudo explicar al principio y completamente desnudos.

—¿Te acuerdas de algo? —preguntó Chuuya que tenía los ojos rojos y sentía que no podía ni sentarse.

Dazai negó, aún recostado en la cama con la cara enterrada en la almohada, tampoco podía sentarse.

Meses después se enterarían de que estaban casados.

Pero bueno, lo que pasa en Las Vegas, se queda en Las Vegas.

...

...

...

Sería una de las viejas llorando.

Siguiente: On one of their birthdays (En uno de sus cumpleaños).

Soukoku. OTP ChallengeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora