Arguing

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Discutiendo.

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—¡Un maldito día! ¡No puedes estar un maldito día sin intentar ponerte una cuerda alrededor de tu estúpido cuello o beberte una sustancia rara! —un pelirrojo, rojo de la furia, le gritaba a su pareja.

—Chuuya, no es para tanto —le trató de calmar el castaño.

Si bien, sabía que había hecho mal al tratar de suicidarse en su aniversario, sentía ahora un poco de molestia por todo el rollo que le estaba echando el más bajo.

—¿Ah? ¿No es para tanto? Entonces, si yo lo intento y lo logro, tampoco lo es, ¿verdad? —le preguntó con ironía a Dazai, quien de tan solo imaginar la escena de un Chuuya tratando de quitarse la vida, sintió un feo vacío en el estómago.

—Chuuya, eso es...

—¿Diferente? No, no lo es.

Chuuya, cansado y molesto pues ya había apartado una cena en uno de los restaurantes favoritos de los dos, empezó a caminar hasta la habitación, detenido casi a los segundos por la mano del castaño en su muñeca.

—No puedes irte así nada más.

—¿Qué crees que estaba intentando hacer? —le preguntó, volteándose un poco para mirarlo a los ojos.

—Tú igual has cometido errores, no seas así, Chuuya —trató de razonar el castaño, empeorando las cosas —.Como el año pasado, cuando te embriagaste en este exacto día y no pudimos disfrutarlo tampoco.

El pelirrojo alzó las dos cejas incrédulo. Si Dazai estaba tratando de arreglar las cosas, definitivamente no lo estaba logrando.

—¿En serio estás comparando tus intentos de suicidio con mis noches un poco pasadas de copas? —le preguntó con ironía pensando que era una broma. Sin embargo, al ver cómo el serio rostro del castaño no cambiaba, supo que no —Vete a la mierda.

—¡Solo digo la verdad! —empezó a perder la impaciencia el castaño.

—¡Ya me disculpé de esa vez! —le recordó.

—Bien, te felicito —le habló con sarcasmo.

Si las miradas mataran, la que le dio el pelirrojo a Dazai en esos momentos, la hubiera hecho. Con brusquedad, se zafó del agarre del castaño y trató de ir a la habitación, siendo parado por el castaño por segunda ocasión.

—¡Maldita sea, Dazai!

Con la impaciencia abandonando su cuerpo, el pelirrojo se volteó por completo para darle una patada al castaño en el estómago y se liberó.

—¡Ya puedes ir a matarte si quieres! —le gritó una última vez antes de encerrarse en la habitación.

—Mierda...—susurró el castaño quien se retorcía en el suelo, empezando a arrepentirse de sus acciones.

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F

Siguiente: Making up afterwards (reconciliándose después de la discusión).

Soukoku. OTP ChallengeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora