Capítulo dos.

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Apenas eran las seis y media de la mañana y yo estaba despierta mirando por la ventana de mi cuarto, aunque fuera invierno. Me gustaba bastante el aire frío que hacía por la madrugada, además, no podía dormir, como siempre.

Mi madre acababa de llegar de beber en el bar de la calle de atrás, y se estaba dando de hostias contra todos los muebles posibles de la casa, me preocupaba esto.

Ninguna de las dos trabajábamos, vivíamos como podíamos de la paga que le daba el estado a mi madre por haber trabajado y el casero nos estaba metiendo prisa para pagar la deuda. No me gustaba tener que preocuparme de estas cosas, pero alguien lo tenía que hacer y si no era mi madre, tenía que ser yo.

Ya estaba amaneciendo, así que dejé de pensar y fui a la ducha para alistarme e ir al instituto, al salir de casa me puse a mirar por el móvil ofertas de trabajo cercanas y que requieran poco, no quería vivir en la calle por culpa de mi alcohólica madre.

Como llegué antes de lo esperado, casi nada estaba abierto, solamente las clases y los clubes. Entré en el Nekoma y me paseé por los pasillos buscando alguna máquina expendedora para desayunar algo.

Al comprar algo, caminé hacia mi clase para quedarme sentada en el pasillo y esperar a que abrieran las puertas mientras comía una barrita energética.

Me notaba cansada, sentía que mis ojeras cada día se hacían más grandes, pero no pensaba ni por un segundo echarme maquillaje, nunca me ha gustado.

-Nakahara, no se come en los pasillos. -Alcé la vista encontrándome con la horrorosa y amargada cara del director.-

-Buenos días a usted también, ¿Se ha quedado buena mañana, eh? -Respondí con ironía mientras me terminaba el desayuno, este solamente rodó los ojos molesto por mi comportamiento y yo solté una leve risa.-

-Me he dado cuenta de que aún no te has unido a ningún club, ¿A qué se debe eso? -Bufé molesta y me apoyé en la pared de brazos cruzados.-

-¿Por qué debería? Me caen todos como el puto culo.

-Esa boca, Nakahara. -Me riñó, aunque ignoré su respuesta.-

-Bueno, ya hemos tenido la charla del día, ¿Me deja en paz? -Frunció el ceño molesto, claramente sabía como sacarlo de sus casillas.-

-No, hay varias cosas que quiero comentarte. -Suspiré cansada y me aparté de mala gana de la pared para caminar hacia su despacho. Ya era costumbre pues cuando me decía eso sabía que tenía que ir quiera o no.-

Básicamente me riñó por haber molestado a Masami ayer en los baños, ya que era su hija, la más popular del instituto y capitana del equipo de animadoras, en fin, la típica que siempre hay en cada curso.

También tenía una hermana que se llamaba Misaki, fue a quien le rompí la nariz por sacarme de quicio, estoy llegando a pensar que tengo un dilema con esa familia... 

Reina. ||Kuroo Tetsurou.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora