Capítulo siete.

6K 590 223
                                    

☽⋅─────••─────⋅☾

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

☽⋅─────••─────⋅☾

Sábado por la mañana y me acababa de despertar, al menos había dormido lo suficiente para sobrevivir durante el día. Ahora estaba en el sillón desayunando, cuando el timbre de la casa comenzó a sonar repetidamente haciendo que me sobresaltara.

-Mira, le voy a meter el timbre por el culo a ver si así suena... ¿¡Tío Himura?! -Abrí la puerta sorprendida, viendo su enorme sonrisa y un par de maletas enormes, en serio, eran gigantes.-

-¡Aw, mi pequeña sobrina! -Me abrazó fuerte y yo abrí la boca en busca de oxígeno.- ¡Te he echado tanto de menos!

-¡Deja de ahogarme, coño! -Se separó de mi manteniendo esa sonrisa que tanto me ponía nerviosa.- Te dije que no tenías que venir.

-Pero quería verte, además, no es bueno que a tu edad te quedes sola en casa, puedes quemarla o algo así. -Entró como si fuera su propia casa y yo rodé los ojos molesta, cerrando la puerta tras de mi.-

-Hay más probabilidades que acabes quemándola tú. -Mi tío rió inocentemente.-

-Tan arisca como siempre... -Murmuró divertido, aunque después suspiró.- Pronto pediré tu custodia, tu madre está a la espera del juicio.

-¿Juicio?

-La he denunciado. -Lo miré sorprendida y él se encogió de hombros.- Lo debería haber hecho antes, lo siento por tardar tanto, ______.

Mi tío siempre había sido muy bueno conmigo, aunque lo había visto pocas veces porque a mi madre no le gustaba que me juntara con él.

-Puedes dormir en el cuarto de mamá. -Mi tío me acarició la cabeza con cariño y asintió.- 

-De acuerdo, a partir de ahora estaré aquí para cuidarte, no como lo ha hecho mi hermana. -Sonreí levemente y asentí un poco.- Bueno, iré a dejar mis cosas, si quieres luego nos ponemos al día. ¡Hace mucho que no nos veíamos!

Mi tío era maestro de filosofía, y a veces he llegado a pensar que era tan feliz porque se estaba fumado diecisiete porros al día, pero bueno.

Me volví a sentar en el sillón, pensando en lo que pasó el viernes, tenía que hacerle los trabajos a las zorras esas, aunque no me dijeron si debía hacerlos bien o mal, así que voy a optar por lo último y les haré unos bonitos garabatos en los cuadernos.

Un mensaje llegó a mi móvil, era Neil. Sonreí inconscientemente y me fui a mi cuarto para prepararme, me estaba esperando en su coche.

Me despedí de mi tío y salí a la calle en busca de su coche, sinceramente, necesitaba desestresarme y por lo que se veía, Neil también. Tuvimos sexo en su coche, como siempre, cuando acabamos estuvimos un rato intentando calmarnos.

-¿Qué te pasa? -Me preguntó.- Estabas muy nerviosa. -Neil se puso los pantalones y se crujió la espalda estirándose.-

-Las zorras de las hijas del director, me tienen jodida. -Me miró curioso.- Me están chantajeando con la popularidad de Kuroo, solo por juntarse conmigo. Ya sabes lo que me ha pasado en el Nekoma.

Reina. ||Kuroo Tetsurou.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora