Capítulo trece.

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Después de comer los tacos que mi tío trajo, este tuvo la fantástica idea de invitar a Kuroo a dormir aquí, ya que mañana no había instituto porque era sábado. Lo miré mal haciéndole saber que era una mala idea, pero no me hizo caso en absoluto y Kuroo le seguía el rollo. Un día de estos acabaré loca.

-¿Dónde está la habitación de invitados? -Preguntó Kuroo después de ayudar a recoger los platos sucios, mi tío rió y se sentó de forma brusca en el sillón mientras encendía la televisión.-

-Aquí no tenemos de eso, ¿Por qué no duermes con _______? -Intenté reñirle pero Kuroo me tapó la boca.-

-Me parece una idea genial. -Puto gato sarnoso, le voy a arrancar la mano.-

-Portaos bien y no hagáis ruido. ¡Genial, un documental de orcas! -Rodé los ojos molesta y aparté la mano de Kuroo y subí las escaleras cabreada.- ¡Usad condón!

-¡Tío Himura cierra el pico! -Kuroo pasó a mi habitación y pegué un portazo molesta.- Un día de estos, acabaré matando a alguien...

-Vamos, no ha sido para tanto, relájate anda. -Apoyó sus manos en mis hombros y me besó la frente.- Mañana he quedado con Bokuto y Akaashi para entrenar en el parque municipal.

Ese parque era enorme, en serio, parecía un bosque.

-No voy a ir. -Kuroo me hizo un puchero y yo me aparté de él para sentarme en la cama y encender los leds y la play.- Bokuto me pone de los nervios.

Kuroo apagó la luz para dar un ambiente más cálido y se sentó para abrazarme por detrás y darme pequeños besos en el espacio entre mi cuello y mi hombro.

-Por favor... Hasta Kenma va a venir... -Murmuró suplicante.- No sabes lo que me ha costado convencerlo. -Suspiré un poco, ese cabrón lo estaba consiguiendo.- Te juro que Bokuto no va a molestarte tanto, va a estar Akaashi para controlarlo.

-Kuroo, en serio...

-¿Porfi? -Preguntó con una voz extremadamente tierna, me mordí el labio y asentí.- ¿Sí? ¿Entonces vienes? -Volví a asentir y él me dio un beso en la mejilla.- Eres la mejor.

-Como me empiece a sacar de mis casillas, me largo.

-¡Trato hecho! -Volvió a abrazarme fuerte y restregó su mejilla contra mi hombro.-

Ese día estaba extremadamente cariñoso, no sabía como tratar con eso así que simplemente dejé que se restregase en mi como un gato. Nos pasamos el resto de la noche viendo vídeos absurdos en YouTube y jugando a videojuegos.

No, no hicimos nada, puercas.

Al día siguiente me desperté por el puto despertador y con unos ronroneos en mi oreja. Cuando abrí los ojos y me quise dar la vuelta, noté que Kuroo estaba agarrándome de la cintura y apretándome a él.

Reina. ||Kuroo Tetsurou.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora