Siempre he sido una persona solitaria, alguien en quien desconfiar plenamente como si de un bicho raro se tratase, pero no culpo a la gente por tratarme de esa manera pues yo misma me había buscado aquella reputación por mi carácter de mierda.
Inclu...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
☽⋅─────••─────⋅☾
¿Por qué diablos estaba aquí? Sabía perfectamente que las cosas iban a acabar mal, como cada vez que Hiro y yo hablábamos, aunque siempre terminábamos con amenazas pero bueno...
Kuroo no lo sabía, no se lo dije. Él y los demás me advirtieron y me dijeron que no fuese por mi bien, pero mi curiosidad era más grande que sus consejos. Suspiré fuerte y piqué al timbre, se oyeron unos pasos algo acelerados y me abrió la puerta.
-______... -Encaré mi ceja sin ninguna expresión en la cara, él hizo una mueca incómodo.- ¿Quieres pasar?
-No voy a pisar tu casa, ¿Qué coño quieres? -Me crucé de brazos. Hiro suspiró un poco decepcionado.- Qué pensabas, ¿Qué me iba a fiar de ti después de toda la mierda que me has hecho? Te funciona mal la cabeza...
-¿Siempre vas a ser así de arisca? Pensaba que Kuroo había conseguido cambiarte un poco. -Se apoyó en el marco de la puerta.-
-¿Cambiarme? Nadie puede cambiarme, ni siquiera Kuroo. Yo soy yo, no pienso cambiar mi carácter por nadie. -Hiro tragó saliva.-
-He oído que tu madre se ha ido de tu casa... -Fruncí mi ceño.- ¿Qué pasó?
-La encontré en mi casa medio muerta por culpa de la mierda que se estaba metiendo entre las venas, la delaté y mi tío se está encargando de mi. -Él abrió los ojos sorprendido, yo aparté mi mirada de la suya.-
-¿No sientes pena por ella?
-¿Pena? Es lo último que podría sentir por esa mujer, ella no es mi madre y nunca lo será. -Arrugué mi nariz.- Si he venido sólo para que me puedas hacer un interrogatorio, mejor me largo.
Me iba a dar la vuelta pero Hiro me agarró del brazo y me detuvo, sus ojos azulados me miraron suplicantes.
-Escúchame, siento mucho lo que ha pasado. He dejado de juntarme con Hitoshi y los demás. -¿Y a mi me importa por qué...?- También he estado recapacitando y me he dado cuenta de que fui un capullo.
-Tu perdón no va a arreglar todo el infierno que he vivido por tu puta culpa. Gracias a ti soy la ramera del instituto, el director me tiene manía así como su familia y todos me tratan como si tuviera el sida. ¡Ni siquiera se acercan a mi, Hiro!
-¡Joder perdóname, no pensaba con claridad y me ganó la ira! -Gritó.- ¡Fue Hitoshi quien me animó a esparcir esos rumores falsos!
-¿¡Perdonarte?! ¡Ni muerta podría perdonarte todo eso! -Me zafé de su agarre.- Ni pienses que volveremos a ser amigos ni nada por el estilo. Ojalá te quedes solo y sientas todo lo que yo he sentido durante un año y medio.
