Capítulo nueve.

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Como siempre, esperé a Masami en la puerta de la entrada al sonar la campana del Nekoma para que pudiéramos irnos a casa o a nuestras actividades de club.

Mei ya se había puesto en marcha para donde ellas iban hacia casa, decía que tenía un estratégico plan pero dudaba de ella, sinceramente.

Masami me dio sus deberes y se fue meneando el culo, como si tuviera. Poco después yo tiré las hojas al suelo de mala gana y le envié un mensaje a Mei diciéndole que ella ya estaba yendo hacia allí. En cuanto me contestó, comencé a seguir a Masami desde una distancia segura sin que se diera cuenta.

También le había pedido ayuda a Neil, nos estaba esperando con el coche cerca de allí para salir corriendo con las fotos, juntos las quemaríamos.

Un punto a favor mio fue que Masami estaba con los auriculares puestos, escuchando alguna basura que se haya puesto popular hace poco, no entiendo como no le sangran los oídos con tremenda mierda.

Llegamos a la calle donde estaba Mei, la cual, muy disimuladamente, consiguió chocarse con Masami.

-¿¡Tu eres imbécil?! -Le gritó ella.- ¿Sabes cuanto cuesta este bolso para que lo tire alguien al suelo? -Mei se encogió de hombros sin darle importancia.- De verdad... Como se nota que eres una pobre.

Eso sí me cabreó bastante, unas ganas de quemarle la casa inundaron todo mi ser.

Mhm... ¿Cómo que hoy estoy un poco pirómana, no? En fin, cuando ella se despistó, corrí a agarrar el bolso del suelo pero desgraciadamente me pilló.

-¿Qué te crees que haces, zorra? -Se acercó a mi aunque yo no me eché para atrás, no me daba ningún miedo.- Devuélveme mi bolso si no quieres que avise a mi padre.

-Ahora estás en mi territorio, y que yo sepa, en la calle no me pueden hacer nada. -Masami abrió los ojos sorprendida.- Aquí soy intocable, querida.

Le pasé el bolso a Mei y le indiqué con la cabeza que saliera corriendo hacia donde estaba el coche de Neil, ella asintió y corrió. Masami quiso ir tras ella pero yo la detuve agarrándola del brazo y se lo puse tras la espalda.

-¿Qué pasa cariño? Estás respirando fuerte, ¿Acaso la ratita tiene miedo? -La empujé haciendo que cayera al suelo.- Patética.

Dios, me sentía tan poderosa.

-¡Ja! ¿Te crees algo verdad? -Alcé una ceja confusa.- Solo eres una puta. ¡Jamás vas a ser aceptada por nadie, nadie te va a querer! ¿¡Es que no te das cuenta?!

-¡No sabes de lo qué estás hablando, cierra la puta boca! -Le di un rodillazo en la cara, haciendo que le sangrase la nariz.- 

-¡Vas detrás de cualquier chico! ¿Cómo se llama eso? facilona, supongo. -Escupió en el suelo y se arregló un poco el pelo.- Nadie te va a querer tal y como eres, seguramente hayas salido a tu madre. ¡Todos en el instituto saben qué es toxicómana y puta! -Rió irónica.- Seguro que lo has heredado, ¿Eh?

Reina. ||Kuroo Tetsurou.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora