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Me encontraba en mi lugar de trabajo, aún estaba cubriendo el puesto de secretaria pues a pesar de que la semana pasada se había enviado la convocatoria para el puesto, Rivaille aún no encontraba a la persona correcta para el trabajo, así que debía quedarme ahí hasta que la chica fuera elegida.
Mientras revisaba el correo, noté uno nuevo que había llegado hace un par de minutos, se trataba de un currículum para el puesto. Estaba a punto de revisarlo cuando alguien pasó frente a mí hasta llegar a la puerta de la oficina de Rivaille. Rápidamente levante la mirada para encontrarme a Mikasa.
—Señorita Ackerman, buenas tardes, ¿en qué puedo ayudarle? —Se detuvo y volteó a verme con su misma expresión escéptica de siempre.
—¿Está Levi?
—Sí señorita, está en su oficina con el señor Smith.
—Supongo que está ocupado... De acuerdo, dile que lo vamos a estar esperando en la sala de juntas, es urgente —sin más se fue.
Dudé por unos segundos pero después me levanté de mi asiento yendo hacia la puerta, toqué y recibí el pase.
—¿Qué sucede?
—Rivaille, su hermana está aquí, me pidió que le avisara que va a estarlo esperando en la sala de juntas.
—¿Qué hace Mikasa aquí? —Frunció el ceño. Me encogí de hombros.
—No creo que venga a saludar, nunca es algo bueno viniendo de Mikasa —aclaró—. De todas formas puede esperar.
—Señor, dijo que es urgente —me adelanté antes que otra cosa sucediera.
Volteé a ver a Erwin que este me miraba extrañado y después miró a Rivaille que se encontraba aún sentado en su silla.
Lo escuché chasquear la lengua para después bufar levantarse de mala gana.
—Por cierto, llegó otro currículum para el puesto de secretaria.
