𝐒𝐈́, 𝐒𝐄𝐍̃𝐎𝐑 ━━𝑳𝒆𝒗𝒊 𝑨𝒄𝒌𝒆𝒓𝒎𝒂𝒏.

ʿ𝑪𝒂𝒑𝒊́𝒕𝒖𝒍𝒐 𝟐𝟏ʾ

Me desperté por el sonido de mi celular anunciando una llamada entrante, me quejé y estiré mi mano tomándolo de la mesita de noche.

—¿Hola? –Hablé soñolienta.

—¿Te molesto? —La voz de Marco sonó al otro lado de la línea.

—N-no, ¿qué sucede? —Bostecé mientras tallaba mi ojo derecho.

—¿Estarás ocupada más tarde?

—No lo creo, ¿por qué?

—Vayamos al parque de diversiones —soltó de la nada.

—¿Al parque? —Fruncí el ceño.

—Claro, hace días no salimos juntos, ya sabes... —sonaba tímido.

—Ah... Seguro, ¿a qué hora?

—¿Paso por ti a las seis?

—Claro.

—Bien, nos vemos.

—Hasta al rato —dije y colgué.

Suspiré frustrada, realmente no tenía tantas ganas de salir pero era una gran oportunidad para hablar con Marco, no podía permitirme que se siguiera ilusionando conmigo. Me tallé ambos ojos mientras me giraba en la cama para quedar boca abajo, encendí la pantalla de mi celular para revisar la hora.

Medio día.

Abrí mis ojos ampliamente al mismo tiempo que me levantaba de la cama para dirigirme al baño. Era demasiado tarde y probablemente Rivaille aún no había desayunado.

Me lavé la cara, enjuagué mi boca y cepillé mi cabello, me coloqué mis sandalias y salí de mi habitación a paso rápido, corrí por las escaleras hasta llegar a la planta baja donde buscaba con la mirada a mi jefe por todos lados, al no encontrarlo me dirigí hacia su oficina y tampoco se encontraba ahí, me desesperé por unos segundos cuando por fin lo vi, iba bajando las escaleras.

Estaba aún en pijama, tenía el ceño fruncido y se notaba adormilado, además de tener su cabello sumamente despeinado, algo que me causó bastante ternura.