Narrador: Madara Uchiha.No me equivoqué mucho cuando pensé aquel día como a partir de ese momento ella no volvería a ser la misma. Cumplió lo que dijo y no me molestó más; aunque claro, "molestar" es su termino, no el mío. No me enseñó nada que no fuera necesario y no me habló si no era por trabajo. Los entrenamientos siguieron iguales, ella mejoró y luego de dos semanas ya no solo peleamos con taijutsu, añadimos ninjutsu y armas a la ecuación. Así que ya no era común un hueso roto, más bien era común heridas por kunai o en mi caso, le herí un sin fin de veces con la guadaña. La cual separé del gumbai al no usar genjutsu. Ella sin embargo jamás se quejó. La rutina siguió así, durante todo el mes. Un mes en el cual sentí añoranza y le maldije por hacerme sentir así. ¿Cómo pudo volverse de la noche a la mañana tan fría? Sigue siendo la mujer más hermosa a mis ojos, aunque eso no le quita lo cruel.
Puedo decir a cuentas que intenté lo que me pidió, "olvidarle" puede que tal vez lo logre al pasar de más tiempo, pero hasta ahora no he tenido resultados.Casi me siento deprimido. No como las constantes depresiones del idiota de Hashirama, esto era diferente, pues no veo diferente mi semblante o actitud, pero aún así noto como algo no está bien.
Quien ahora es la persona con quien Fukasa pasa más tiempo ese es la rata albina, hablan de muchas cosas y todo el rato se están preguntando. Eso es algo que he comenzado a odiar, Tobirama por fin notó la capacidad de esa mujer y ahora pasan demasiado tiempo a mi parecer juntos. Odio al maldito de Tobirama, pero ahora le aborrezco y le tengo celos. Si, no puedo negarlo y eso seria estúpido. No soporto verles tan juntos y tampoco soporto lo parlanchines que son.
Cada día como cuenta gotas pasa, y comienzan a haber problemas fuera de la Aldea, problemas que yo he detectado y he observado. Van dos espías de los cuales ambos se suicidaron antes de poder ponerlos en un genjutsu, lastimosamente no he sabido nada de ninguno.
Pero hoy también fue el último día que la Uzumaki futura esposa de Hashirama estuvo en la Aldea. No fue una gran sorpresa que aceptara el matrimonio. Este también fue el primer día que Fukasa regresa a dormir a mi casa, el tiempo en el que ella debía cuidarle se acabó.
Entonces ella está a unas habitaciones de esta, durmiendo suponía.Dos toques en la puerta se hacen oír.
– ¿Qué? — dije tosco. ¿Quién demonios aún está despierto? siendo tan noche ya.
Yo estoy despierto pero respeto a la maldita casa que está descansando.– Soy yo... ¿puedo pasar? — la voz de Fukasa se oyó débil, pero era ella.
Me levanté con pereza, pero me levanté. Hubiera sido alguien más y me da igual, tomo la camisa que dejé en el suelo y me visto.
Al abrir la puerta le vi en la penumbra.
Ella tímidamente señaló el interior de mi habitación y yo sin ver más remedio le dejo pasar.
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𝑳𝒂 𝑽𝒊𝒂𝒋𝒆𝒓𝒂
FanfictionAbrí una brecha entre dos líneas temporales... una tiene toda mi vida y la otra al amor de ella. Si logro cambiar detalles pequeños en el pasado que afecten de gran impacto tal vez supongo que será posible lograr algo mayor, como que la gran guerra...