Pág 11: Propuesta

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¿Madara realmente se quedó dormido?

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¿Madara realmente se quedó dormido?

Me senté al lado del futón y le observé dormir. Su típico cabello que cubre una parte de su rostro lado derecho se deslizó lentamente y todo su cabello en punta estaba perfectamente acomodado.
Ya le había observado dormir y es realmente precioso ver la calma que se muestra al descansar. Sus ojos cerrados y la expresión tranquila es algo que vale mucho.
Las ojeras que hoy son un poco más grandes, por alguna razón decoran perfectamente su rostro.
Sus labios... labios que ayer besé y que tengo miedo él vuelva a besarme.
No soy de esta época y él no puede sentir nada por mi. Hoy juró no acercarse a mi sin mi permiso y yo accedí y confío en que así será. Su rostro tan definido solo lleva a su cuello y siguiendo, a su manzana de Adán, luego a sus clavículas que son levemente visibles por el haori mal colocado.

En la habitación solo se escucha la respiración profunda de Madara y su pecho seguía a compás y en calma.

Intenté no hacer ningún tipo de ruido para simplemente verle dormir.

¿Cómo puede parecer un Ángel durmiendo y ser el mismísimo demonio en batalla?

Todo iba bien hasta que alguien abrió mi puerta.
No levanté la cabeza para ver quién es el inoportuno, primero me cercióre que Madara no despertara. Viendo que su respiración seguía igual de acompasada entonces si vi a quien esta cometiendo esta intromisión

Y era nada más que Mito..

Moví mi mano a mi boca e hice un gesto para que no hablara.

Ella apenada veía a que Madara está durmiendo.
Me levanté silenciosa y caminé despacio hasta llegar a la puerta y cerrarla al salir.

- ¿Qué pasó, Mito? - dije sin levantar la voz o parecer molesta, no quiero incomodarle y que se sienta más abochormada de lo que ya está.

Ella se inclinó con el rostro arrepentido.

- Perdón... no creí que hubiera alguien más en tu habitación. De verdad lo lamento. - toqué su hombro y le sonreí para que deje de disculparse.

- No hay problema. De verdad. Ahora ¿me buscabas para algo? - dije comprensiva.

Ella asintió.

- Creí que quizá querrías acompañarme a desayunar... - por alguna razón Mito esta muy sonrojado y apenada. ¿Se ve extraño que veas dormir a alguien? ¿O está enferma y por eso parece afiebrada?

- Gracias Mito, llegaré en un momento. Solo pediré algo a Hashirama. -

- Bien. - ella se fue y yo tomé camino a buscar a Hashirama.

Le encontré donde quería... saliendo de su cuarto.

- ¡Oye Hashirama! - dije tomando la puerta para que no la cerrara detrás de él.

𝑳𝒂 𝑽𝒊𝒂𝒋𝒆𝒓𝒂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora