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Al tercer día sin medicamentos, SungGyu levantó fiebre.

WooHyun fue el primero al que acudió.

Permaneció en cama todo el día, con su novio colocando trapos fríos sobre su frente cada cinco minutos.

La señora Kim había llamado a su médico en cuanto WooHyun le informó de la fiebre de su hijo, y él había recomendado no darle ningún medicamento muy fuerte, así que apenas había logrado tapar un poco el dolor con una pequeña pastilla con supuesto sabor a frutilla que no le había gustado (principalmente porque no sabía para nada a frutilla).

— Prueba dormir un rato, cariño— dijo WooHyun, sentado a su lado en el borde de la cama.

SungGyu negó.

Quiero es-tar des-pierto— murmuró.

— Tendrás tiempo para estar despierto luego— dijo el pelirrojo—. Pero dormir no te hará sentir dolor, SungGyu, no me gusta verte así.

Y si no tengo ti-empo— dijo el castaño.

WooHyun se quedó en silencio unos cuantos segundos.

— ¿Qué?

Y si y-ya no me queda m-más ti-empo, WooHyun— su voz se rompió un poco por el llanto que estaba aguantando.

WooHyun negó.

— No digas esas cosas, SungGyu— dijo, su tono salió más duro del que quiso—. Tienes tiempo, te queda tiempo, te queda mucha vida por delante... Sólo no pienses en esas cosas.

SungGyu se mordió el labio, guardando todas sus palabras.

WooHyun se inclinó sobre él para besar la punta de su nariz de botón y luego sus labios, de forma suave.

Al separarse SungGyu permaneció con los ojos cerrados, WooHyun llevó su mano hacia su mejilla, acariciando con suavidad y sonriendo por lo suave y esponjosa que era.

— ¿Quieres que me quedé a tú lado hasta que te duermas?

SungGyu sonrió levemente.

Quiero que te que-des a mí lado— murmuró el castaño, abrió sus ojos, mirando los gatunos de WooHyun, a apenas centímetros de distancia—. No ten-go sueño.

WooHyun asintió.

— Bien— dijo—. Será lo que mí bebé deseé.

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WooHyun estaba por cambiar el trapo por otro más frío cuando su celular comenzó a sonar, miró el contacto en la pantalla.

— Adivina— dijo WooHyun antes de contestar—. Hola, Ailee.... Deja de decirme calvo... Sí, si está conmigo... Bien, aguarda.

WooHyun separó el teléfono de su oído y lo puso en altavoz.

— Anda, te escuchamos.

¡Hola Sunggieeee!

SungGyu sonrió, por más que la chica no lo vería.

Hola, Ai-lee— murmuró.

Me encantaría ir a verte, pero en el trabajo no me dan días libres para viajar hasta allá, cariño. Pero nos veremos pronto, ¿Si?

SungGyu le dedicó un sonido afirmativo.

Todo saldrá bien, SungGyu, lo sé. DongWoo también te manda saludos— continuó la chica—. Pero les vengo a dar una noticia muy, muy importante que los pondrá muy, muy contentos.

Los dos se miraron con el ceño fruncido, ninguno quería aventurar nada.

— ¿Qué? — preguntó WooHyun, con algo de miedo por el silencio de su hermana.

¡Serán tíoooooooos!

Escucharon a Ailee reír del otro lado, SungGyu fue el primero en sonreír, para luego comenzar a reír también.

WooHyun tardó más en reaccionar, intentando acostumbrarse a la idea de que aquello estaba pasando.

— ¿E-Estás embarazada?

No, idiota. DongWoo está embarazado— dijo—. Yo lo embaracé— añadió en voz exageradamente grave.

SungGyu rió con más ganas por el humor de su cuñada.

Claro que soy yo la embarazada, WooHyun, ¿Qué crees?

— Y DongWoo entonces... ¿Es el padre?

Creo que sí.

— ¡Ailee!

¡Sólo bromeo, idiota! — gritó—. Sí, si es el padre.

— P-Pero no llevan sólo como tres meses de novios y ya-

WooHyun, podrán ser sólo tres meses de novios, pero vengo en algo con DongWoo desde que dejaste tu cama libre. Si me entiendes.

— ¡Ailee!

No grites. Y además, ¿Qué importa si fueron tres meses o un años o diez años? — preguntó retóricamente—De todos modos no lo abortaré.

— Sí, sí... ¡Pero es muy pronto! ¡Apenas tienes veinte años!

¡Que no grites!— dijo—. A ver, WooHyun, ¿Yo te pregunto desde hace cuánto tiempo llevas follando con SungGyu? ¿O a qué edad empezaste?

— ¿Qué? ¡No!

¿Y te pregunto de si SungGyu te embarazó o no?

— Pero SungGyu no me la-

¡¿Lo hago, Nam WooHyun?!

WooHyun suspiró.

—No, no lo haces— respondió, en tono cansado, notó a SungGyu completamente divertido con esa estúpida discusión de hermanos.

Entonces no me preguntes eso a mí, calvo— finalizó la chica, y ambos casi pudieron ver el gesto de acomodarse el cabello hacia atrás característico de Ailee—. Ahora bien, eso era la noticia.

Es lindo— murmuró SungGyu.

Awww tú eres más lindo, SungGyu— dijo la chica, encantada con la adorable forma de hablar del castaño—. Si estuviera allí te apretaba las mejillas.

SungGyu rió un poco.

Debo ir a una guardia en quince minutos, los dejo. Cuídense— dijo la pelinegra—. Protección y eso, ya saben. Y mejórate pronto, SungGyu.

Gracias— dijo el castaño.

Besitosssss— añadió, antes de cortar.

Los dos se miraron, con una sonrisa boba en sus rostros.

— Así que ya seremos tíos— murmuró WooHyun, rió bajo—. Creo que Ailee logró tener hijos antes que yo.... Es tu culpa, Kim.

SungGyu lo golpeó, frunciendo el ceño.

— No lo intentamos lo suficiente, bebé— añadió el pelirrojo, con una sonrisa divertida, se inclinó hacia él—. Pero todavía podemos empatarles.

Besó a SungGyu con profundidad, el otro no se negó, siguiendo el húmedo y caliente beso por varios segundos, hasta que WooHyun separó el baile de lenguas para mirarlo los cierta lujuria.

SungGyu negó.

No hoy— dijo, y señaló su cabeza, recordando que se sentía mal, sólo eran los trapos que habían dormido su dolor, pero esa paz no duraría ni siquiera un rapidito.

WooHyun suspiró.

— Bien, bebé. Pero tenía que intentarlo.

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❥| Mute╰☆╮Loud | ➳[WooGyu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora