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Sus muñecas picaban, en sus ojos ardían lágrimas y sentía su corazón estrujándose cada vez más en su pecho.

Había salido de esa máquina que le aterraba y sólo quería volver a esconderse en brazos de su novio, pero este no estaba, ni su madre tampoco.

Una absurda idea de que lo habían dejado lo atormentaba.

Estaba sólo, sentando en mitad del pasillo del hospital, con un montón de gente que desconocía a su alrededor, que retenían sus manos para que dejara de lastimar sus muñecas, y hacían demasiadas preguntas.

Él apenas podía murmurar torpemente el nombre de su novio, parecía que ninguna otra palabra quería salir.

Apenas vió cómo todos esos desconocidos se apartaban antes de sentir los cálidos brazos de WooHyun abrazándolo.

El rubio se sintió culpable por haberlo dejado esperando.

SungGyu era sensible a un punto que él no tenía idea.

— Bebé, soy yo, ya estoy aquí, soy yo— habló apresuradamente al sentir a SungGyu queriendo escapar de sus brazos con miedo—. SungGyu, para, soy WooHyun, todo está bien— su voz se rompió un poco, el pelinegro dejó de pelear cuando escuchó su nombre.

Rápidamente escondió el rostro en su pecho, escuchando sus disculpas, sus palabras bonitas y todos sus lindos apodos, aunque sólo que mantuvo pegado a él, tranquilizandose con su cómodo aroma hasta que palmeó el pecho de WooHyun para que se apartara.

WooHyun limpió unas lágrimas que habían escapado.

— ¿Estás mejor, bebé? — preguntó con suavidad.

SungGyu asintió, sentía sus muñecas doler por haberlas rascado, alzó un poco sus antebrazos, viendo los rojizos trazos sobre su piel.

Odiaba hacerse eso, pero no podía evitarlo, no podía controlarlo, no se daba cuenta cuando empezaba o cuando terminar.

Sintió a WooHyun acariciar sus cabellos, lo vió tomar con delicadeza su muñeca por la parte externa, para levantar sus brazos y besar suavemente los rasguños.

— No pasa nada— dijo el rubio, sonriendo un poco, a pesar que notó sus manos temblar—, ¿Quieres ir al baño?

SungGyu asintió, con WooHyun abrazándolo, como si fuera a caerse si lo soltaba, fueron hacia el primer baño que pudieron encontrar entre los pasillos del hospital.

Apartada, la señora Kim no pudo evitar sonreír, pensando con algo de gracia de que los niños crecían muy rápido.

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Luego de aquello, WooHyun se quedó con SungGyu mientras la señora Kim terminaba de hablar con el doctor.

Estaban sentados en la sala de espera, con SungGyu apoyando su rostro en el hombro de WooHyun mientras este rodeaba con un brazo sus hombros.

Ninguno de los dos hablaba, WooHyun estaba muy ocupado pensando en lo que había dicho el médico y SungGyu estaba concentrado en querer irse.

Minutos después, la señora Kim apareció con una sonrisa, caminando a la par del doctor, que había ido a despedir a SungGyu, ya que no tendrían más estudios.

El viaje a Busan era específicamente por su tumor, ya que el tema de sus cuerdas vocales y su voz eran tratados en Seúl, y ya no había nada más para revisar.

El doctor, como costumbre, le entregó una paleta.

— Siempre fuiste un chico muy valiente, SungGyu— dijo, con una sonrisa amable—. Lo sigues siendo, eres valiente aunque no te des cuenta, sigue así— revolvió un poco su cabello, haciendo que una pequeña sonrisa se formara en los labios del pelinegro—. Te lo voy a explicar a tí también— el hombre alzó una pequeña cajita que SungGyu miró con curiosidad—. Estos son tus nuevos medicamentos, son diferentes a los anteriores, y un poco más fuertes. Debes tomarlos con la misma regularidad que tenían los otros, pruebalos, pero si sientes cualquier malestar, los dejas, ¿Entendido? SungGyu asintió, tomando la caja, para mirarla, abriéndola para ver las pastillas, eran más pequeñas que las anteriores, no le costaría tanto tragarlas.

No se quedaron mucho más tiempo del necesario, SungGyu casi quería salir corriendo de allí.

Se sentía estresado, y al regresar a casa de la tía Hyojin apenas almorzó unos cuando bocados de lo que había sobrado la noche anterior, antes de pedirle a WooHyun que lo acompañara hacia el cuarto.

El rubio borró todos los pensamientos impuros de su cabeza, no era la primera vez que SungGyu le hacía algo así.

Y tal como había sospechado, su inocente novio sólo quería recostarse a su lado mientras le hacían caricias en su cabello, acomodado en un cálido abrazo y escuchando los latidos de WooHyun hasta dormirse.

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❥| Mute╰☆╮Loud | ➳[WooGyu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora