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Cuando regresaron de la cena era muy tarde, Hugo y ______ entraron a casa y él la ayudó a quitarse su abrigo, lo dejó caer al piso y se acercó a ella, quedando frente a frente. 

-Me siento tan afortunado de estar contigo... Todos los días despierto y te veo, observo tu cabello, tu rostro y pienso que eres la mujer más hermosa de todas.

-Te amo- respondió ella cariñosamente

-Te admiro ______, admiro lo lejos que has llegado. Desde el momento en que tiraste aquel papel y te lo devolví corriendo afuera de palacio nacional, me tienes loco.

Ella le dió un beso y ambos se estremecieron, su respiración se agitaba poco a poco. Se acercaron más y ella le susurró.

-Tendré al esposo más tierno del mundo.- Dijo ella.

-Y yo a la más maravillosa esposa.

Volvieron a besarse, se daban besos largos, suaves y algunos otros apasionados y veloces, como si quisieran comerse el uno al otro. El pasó su mano por su espalda y quitó la blusa de ______. Ella no paraba de besarlo mientras desabrochaba su camisa botón a botón. Caminaron hasta su cuarto, dando pasos hacia atrás poco a poco se toparon con la cama. Ella se sentó y el se puso sobre ella. Su ropa se había quedado en el camino. 

Él besó su cuello mientras ella ahogaba un suave gemido, cada vez era más intenso, ella de pronto se giró poniéndose sobre él y siguieron cada vez más rápido. Los gemidos de ambos se volvían más intensos al mismo tiempo que sus sensaciones. Ella lo hacía sentir como nadie más, "debo admitir que es muy buena en esto" pensaba mientras su placer llegaba al máximo.

Ambos soltaron un último suspiro,  su corazón latía a toda velocidad y el calor de la habitación se había hecho insoportable. Ella se recostó sobre él mientras la abrazaba entre sus brazos y se quedaron profundamente dormidos uno junto a otro.




La nueva (HLG)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora