Trece

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Taehyung guiaba por los hombros a Jungkook, quien llevaba los ojos vendados por la sorpresa que le tenía el alfa.

Dos días después de la pequeña discusión taehyung había preparado algo para pedirle perdón al omega, había tardado un poco en arreglarlo todo por la simple razón de que por las mañanas debía asistir a la universidad, lo que le dejaba solo las tardes libres para organizar, claro que también había recibido ayuda de su mejor amigo Hoseok y Jimin. Cuanto los adoraba.

Luego de haber caminado durante unos solidos cinco minutos ya se encontraban en el lugar de la sorpresa, Jungkook estaba realmente intrigado por lo que encontraría, él ya no estaba molesto con su novio, había comprendido que los celos no son por falta de confianza en la pareja, algunas veces era por inseguridad a no ser correspondido de la misma manera, o en casos mas graves (a su parecer), que fuera cambiado por otro. Eso se lo dijo su madre, le sugirió que perdonara a Taehyung, que los celos son normales siempre y cuando no sobrepasen el límite, eso a Jungkook lo hizo reflexionar y pensar que si la situación hubiese sido al contrario, quizás el también habría reaccionado de esa forma y querría que su alfa lo perdonara. Sí, su alfa, porque es suyo, no nada más ellos pueden ser posesivos.

Ahora después de esos dos días que se sintió horriblemente vacío sin su novio cerca, había recibido el mensaje que él le dejo, aquel que claramente decía "te esperare en Paradise a las seis pm, por favor acude", y el obviamente acudió, sabía que esta era la oportunidad de arreglar las cosas y lo iba a hacer.

—bien, puedes quitarte la venda —le ordenó el alfa, JungKook obedeció automáticamente.

Y se llevó una gran sorpresa, estaban en una cabaña frente a un lago, había una pequeña mesa frente a éste con un lindo mantel, en medio unos girasoles rodeados de algunas velas (encerradas en pequeños recipientes de vidrio para que no se apagaran u ocurriera algún accidente), el podado césped tenía un estrecho camino que daba hasta la mesa creado con rosas rojas, también se encontraban una especie de bambalinas que si se acercaban bien se podían leer los te amo en letras pequeñas.

Todo estaba muy bonito, y aunque no lo hubiera estado Jungkook habría dicho que si solo por la intención y la dedicación que le dieron al lugar, porque no sólo era lo antes mencionado, habían detalles en todas partes que hacían lucir al lugar mucho mas romántico.

—wow, Taehyung esto te quedó hermoso —dijo haciendo sonreír al mayor, que por un momento al ver la cara de seriedad del menor pensó que no le había gustado.

—gracias, recibí mucha ayuda —tomó la mano de Jungkook —ven, vamos a comer.

El alfa lo llevó por el camino de rosas y ambos se sentaron, JungKook se extraño debido a que en la mesa no había ningún platillo y Taehyung también se había sentado. Pero su confusión se fue al ver como su novio tocaba una campanita que hasta ahora no había visto y de la cabaña salían Jimin y hoseok, el primero con tres platos tapados en sus manos y el otro con una botella de lo que parecía ser vino, el omega pensó que sería una cena algo elegante.

—buenas noches, aquí tienen su cena— Jimin actuó como un verdadero mesero mientras dejaba los platos en la mesa.

Hoseok sirvió dos copas y dejó la botella a un lado.—espero que disfruten la comida, es la especialidad del chef

Los chicos se retiraron y Jungkook rió mientras destapaba los platos llevándose una sorpresa que lo hizo reír aún más, la comida era pizza, y a juzgar por lo caliente del plato parecía recalentada en microondas.

¡No soy un omega! ➵Taekook | OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora