Audaz©. (Terminada)

Capitulo 11

Camino derecho, veo un cuadro identico al que me encontre hace un rato, creo que estoy donde mismo, solo que veo algo distinto, ahora son catorce rosas, sin duda alguna, no estoy donde mismo, tengo ganas de dormir, aunque la verdad ya me da miedo hacerlo, ya que todo tipo de cosas pueden suceder, me acuesto en el suelo y me pongo a pensar ¿Cuantos contrincantes quedarán vivos?, en realidad yo solo sé que han muerto tres o cuatro, no recuerdo bien, pero no estoy seguro de que en realidad sea esa cantitad, ya que me imagino que he estado desmayado por un buen rato, de repente me duele el estómago, me pongo a pensar en la muerte, es horrible, me imagino que es como antes de que nacieramos, que nuestra alma no irá a ninguna parte, es espantoso pensar que algún día jamás respirarás, jamás tocarás algo, jamás volveras a sentir alguna cosa, es como si todo se apagará, trato de pensar otras cosas, porque cuanto pienso en esto comienzó a llorar de miedo, es inevitable para mi dejar de imaginar eso, así que comienzo a caminar, camino desesperadamente, el corazon me duele, siento un nudo en la garganata al imaginar que puedo morir en cualquier instante, me acuesto de nuevo, y sin darme cuenta estoy dormido.

Despierto, una de las paredes no está igual que anoche, está un mapa, un mapa del laberinto donde muestra la salida, es en realidad miy grande, una "X" marca la salida, que no está en las orillas, sino a un cuarto de distancia de una de ellas, el unico problema es que no se donde estoy y el mapa no me lo indica, así que no me sirve de nada, ¿Para que quiero un mapa, si no se donde está mi ublicación, y es demasciado difícil averiguarlo?, siento una desesperacion acompañada de una desepción, me froto la muñeca en la nuca, comino hacia delante y sin darme cuenta estoy cayendo, de nuevo.

Está todo oscuro, no puedo ver nada, de repente se encienden rayas rojas rectas, diagonales, horizontales, verticales, de todas formas, van de una pared a otra, hay demasciadas, se encienden un poco las luces y a lo lejos se ve una puerta. Tengo que esquivar los lasér, estoy seguro de que si me toca uno solo moriré, siento un nudo en la garganta,  una punzada en el corazon. "Tienes 10 minutos para salir de aquí, ya que después del minuto ocho comenzará a caer lodo en la habitacion". Pudranse, grito. En la parte superior de una esquina hay un cronometro contando el tiempo, ya van quince segundos, sin pensarlo corro y salto, logrando esquivar los primeros laser, atrás aparece una caja dorada, corro hacia ella y la destrozo, hay un espejo, estoy furioso, ¿Para que me sirve un espejo?, me digo.

— ¿Es Juego? ¡Para que quiero un espejo! — Grito, aunque probablemente nadie me escuche.

Han pasado cuatro minutos y medio, ya casi la mitad del tiempo total, me duele el estómago y lanzo el espejo, al momento antes de caer choca contra un lacér y este se desvía, eso es, tomo el espejo, y toco los lasers con él, quedan dos minutos y cuarenta y cinco segundos, voy despues de la mitad, los lacers están mas juntos y hay mas, no creo que con el espejo logre pasar, creo que estoy perdido, creo que es mi fin, se me ocurre una idea, dejo caér el espejo y se parte en dos, ahora tengo dos espejos, es mas facíl, ya me resulta posible la idea de poder pasar esta prueba, el lodo comienza a salir a chorros hasta llegar a mis tobillos, mis pies se atascan en el, es muy difícil caminar, ya casi llego, sin querer un laser me rosa el codo, quema mi uniforme y a mi, es espantoso el dolor que provoca, no me sale sangre, procuro no ver, quedan cuarenta y cinco segundos, faltan unos cuantos laser por esquivar, lo hago lo más rapido que puedo, aunque en realidad lo mas rápido que puedo significa lento, ya que el lodo hace que valla a esa velocidad. El lodo sale cada vez más, esquivo el último laser, quedan diez segundos, el lodo me sube a las rodillas, estoy a menos de un metro para llegar a la puerta, trato de avanzar lo más que puedo, estoy a dos pasos de llegar

—Dos— El cuerpo se me estremece 

— Uno — Solo un paso

—Tiempo agotado— La puerta se está cerrando de arriba a abajo lentamente, el lodo me llega a la cintura, le falta un cuarto de espacio para que se cierre la puerta, soy un quejido y me lanzo para pasar entre ella, está casi todo mi cuerpo dentro del laberinto, excepto mi pie derecho, la puerta está apunto de aplastarlo, lo quito lo mas rapido que puedo y me logra apretar el talon, es un espantoso dolor, me duele demasciado, volteo hacia donde estába la puerta, y ya no está, sino que hay más laberinto.

Todo empieza a temblar de la nada, los muros pierden color, se ven transparentosos, tiembla más fuerte, el laberinto comienza a dar vueltas, transpaso los muros, como si fuese un fantasma, después termina y estoy en un lugar muy distinto del laberinto, las paredes ya no son de roca y tierra como era anteriormente, sino que ahora estan cubiertas de un tipo de pasto u otras plantas, a lo lejos veo un cadáver, voy corriendo hacia el, es un chico que había visto anteriormente, creo que su nombre era Dave, aunque no estoy seguro, está tirado de panza, me da curiosidad saber lo que pasó, así que lo volteo y queda acostado de espalda, no tiene ojos, su naríz está un poco deforme, y tiene agujerado el estómago. Dios mío ¿Como puede haber gente que le haga esto a otras personas?, me pregunto. cerca de él hay un pequeño costál al lado de él, lo tomo y reviso lo que hay dentro, tiene un pequeño recipiente con agua, y semillas secas saladas, lo tomo y me marcho. A lo lejos veo frutos rojos colgando de los muros, voy corriendo hacía ellos, Cada que hay algo bueno te tropiezas con Ostos o puertas, me dice una voz dentro de mi cabeza, así que camino con mucho cuidado, hay una cuerda a la altura de mis rodillas, es muy delgada que casi no se nota, salto sobre ella y logro esquivarla, más adelante identidico unas lineas que forman un cuadrado en el suelo con una raya enmedio, creo que se lo qué es, para averiguarlo, tomo una roca que está en el suelo, y la lanzo, se abre y se escucha que cae muy profundo, Era una puerta. Que ridículos, me digo, gastaran material en vano, porque ahí no habrá nadie. A unos cuantos metros de mi, están los frutos, creo que son manzanas, hay otro Osto de laser frente a mi. Odio los laser. Está a la altura de mi boca, me agacho un poco y continúo, llego al lugar donde empiezan las manzanas, hay muchas, se ven deliciosas, son frandes y muy rojas, agarro una, en el momento que me la voy a colocar en la boca me quema la mano, es un dolor insoportable, veo que se me hacen unas ampoyas y a los pocos segundos rebientan o plapitan fuertemente. Comienzo a gritar, estas no son manzanas, son trampas, la mano me empieza a sangrar, no voy a permitir que a mis compañeros les pase lo mismo que a mi, por eso tomo una roca y rayo con ella la paréd cortando el cesped y poniendo en letras muy grandes "No tocar", los tengo que ayudar, esllos no son mis enemigos, sino mis compañeros, ellos no tratarán de asesinarme porque más de dos personas pueden ganar en este laberinto, me recuerdo.

Me arranco parte de la parte de abajo del pantalon del uniforme, la convierto en una tira de tela y lo enrrollo en mi mano, el dolor es insoportable, pero trataré de no notarlo. Poco a poco me quedo dormido en cómodo pasto.

Despierto gracias a una explosón que se escucha a lo lejos, se ollen gritos ahogados de dolor de un chico, en realidad no se parece nada a los gritos de Zac, pero no estoy seguro de que no sea él. Se escucha una segunda explosión, y los gritos son aún más fuerte que la vez anterior, son más desesperados, supongo que la persona que está gritando, está muriendo quemado. Que feo es morir de esa manera, según había escuchado, que es lo mas doloroso que puede existir morir se esa forma, y cro que no están equivocados, es la peor manera de morir, si yo muriera de esa forma no aguantaría, prefiero que me den balasos, que me tiren de un presipicio, que me partan en mil trocitos, pero jamás morir quemado. Cuando tengo una pequeña quemada en el dedo no aguanto, comienzo a llorar, me meto el dedo en la boca, lo coloco en algo frio o le pongo mucha pomada, cuando me quemé la mano con la manzana sentía que moría, no puedo ni imaginarme morir de esa manera.