NARRADORA
Era una noche eclipsada cuando una mujer se encontraba dando a luz a cinco bebés.
— Vamos amor, puja.
Noah estaba tan nervioso de recibir a sus hijos que se podía notar a miles de kilómetros, pero intentaba ocultarlos ya que quería que su esposa no entrara en crisis, después de todo no habían alcanzado a llegar a donde su "medico" privado.
— Bien amor, solo faltan cuatro más.
Claudia le sonrió y asintió, las contracciones no tardaron en aparecer de nuevo.
Así siguieron hasta que el quinto y último bebé nació.
— Son hermosos.
Dijo orgullosa y beso a su esposo.
— Ahora vamos a que los revisen.
Dijo Noah y acomodo a los bebes como pudo y a Claudia.
No tardaron ni 20 minutos en llegar a la casa donde vivía su "medico".
Noah bajo del auto y fue a tocar la puerta.
No tardaron mucho en abrir.
— ¿Pasa algo sheriff?
Preguntó el hermano de su "medico".
— Mi esposa acaba de dar a luz, ¿esta Marin?
El moreno negó.
— Hace unas horas salió, se quedaría en el pueblo vecino hasta el lunes.
Noah había olvidado que le había dicho que saldría.
— Si quieres yo los puedo revisar.
Dijo el moreno y a Noah se le ilumino el rostro.
Rápido bajaron a los cinco bebés y a Claudia.
— Gracias.
Le dijo Noah al moreno y este solo asintió.
(...)
Noah ya estaba esperando los resultados de las pruebas, sus hijos y Claudia se encontraban durmiendo.
— Todos está muy bien, aun no puedo decir con seguridad que especies son cada uno, pero están sanos.
Noah estaba tan feliz que abrazo al hombre.
— No puedo respirar.
Le dijo el moreno con dificultad.
— Lo siento, me emocione.
Dijo ya separándose de él, pero con una gran sonrisa.
(...)
Cuando ya amaneció se despidieron del Druida y fueron directo a registrar a los pequeños.
— Felicitaciones sheriff, señora.
Dijo la secretaria que los atendió y cuando el proceso termino los Stilinski se dispusieron a ir al centro comercial, después de todo, los pequeños estaban solo en mantas.
Realmente era difícil cargar a tantos bebes.
Por suerte los carritos del supermercado tenían lugares especiales para colocarlos.
(...)
Cuando terminaron con sus compras se dirigieron a la caja para pagar.
Todos en la fila los felicitaron.
Ellos por supuesto solo sonrieron, pagaron y se fueron a casa a descansar.
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The Stilinski [Terminada]
FanfictionNadie sabía mucho de los Stilinski, salvo que solo era el Sherrif, la Sra. Claudia y su querido e hiperactivo hijo, Mieczyslaw (Stiles). Todos en Beacon Hills se preguntaban que era lo que hacia a la familia Stilinski tan diferente a todos ahí. La...