The Stilinski [Terminada]

Capítulo 25» No Hace Falta Hablar

NARRADORA

Malia despertó temprano y se dispuso a levantarse, se quejo al sentir dolor pero ningún sonido salio de ella.

Respiro con frustración y soltó un suspiro para luego comenzar a caminar.

Fue al baño y se quito la ropa que le había puesto Lydia el día anterior.

Se miro en el espejo por unos minutos hasta que decidió meterse a bañar.

(...)

Cuando se termino se envolvió una toalla y tomo la ropa para ir a lavarla.

Mientras preparaba la lavadora se dispuso a mirar por la ventana, el día era encantador.

No supo cuanto tiempo espero pero la ropa ya estaba limpia y seca.

Se la coloco y se dispuso a salir de ese departamento, quería asegurarse de algo.

Camino por todo el pueblo sin despegar la vista del camino.

Lo que ella no savia era que alguien si la estaba viendo.

Kira que hace una semana había regresado a Beacon Hills por lo de su descontrol la miro cuando salio de una tienda y se dispuso a seguirla ya que la reconoció de ayer.

Mientras Malia seguía caminando y sintiendo que alguien la seguía planeo una obra maestra.

Se perdió cuando unas personas salían de una tienda y espero a que la persona que la seguía se apareciera.

Y tal como lo planeó sucedió, Kira camino desconcertada al ya no verla.

Siguió caminando hasta que sintió que alguien la jalo y la estampó con brusquedad en la pared.

Malia la miro directo a los ojos y la soltó de su agarré.

Quería hablar, preguntar por que la seguía pero nada salio de su boca.

Kira la miro preocupada, no sabia porque pero sentía que debía protegerla.

— Perdón.

Fue lo único que dijo para luego salir de ahí corriendo.

Malia sintió sus ojos cristalizarse pero no se permitió soltar ninguna lágrima.

Respiro profundo y miro al cielo.

Cuando ya se le pasaron las ganas de llorar retomo su camino.

En su mente se maldecía y maldecía a los jinetes por no poder hablar, quería gritarles miles de cosas.

(...)

Cuando por fin llego a su destino, la casa Tate.

Ahí estaban todos, estaba la Sra. Tate, la que se suponía era su hermana y el Sr. Tate, los que fungen como su familia adoptiva, aunque ya no eran nada de ella.

Sonrió al verlos felices y dio media vuelta para regresar al departamento.

Mientras ella emprendía su regreso al departamento Kira había llamado a la manada para contarles lo que le paso con la chica que ayudaron ayer.