Capítulo 25: Hogar, dulce hogar

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Yukiko dormía tranquilamente en los brazos de Itachi, pero ella tiene el suelo ligero y sintió cuando este intentó levantarse.

—¿Otro mal sueño? —Preguntó la chica.

El Uchiha mayor la observó entre la oscuridad, no quería despertarla.

—Está bien Ita-kun. —Dice tomándolo del brazo. —¿Quieres hablar de eso?

Itachi atrapó en sus brazos a la chica de brillantes ojos azules, no quería que se fuera de sus brazos.

—La imagen de ellos sigue apareciendo en mis sueños. —Dijo finalmente.

Yukiko suspiró, el dolor de Itachi es inimaginable, si bien había superado y sobrellevado muchas cosas, las pesadillas lo atormentaban.

—Es algo que no puedo ni siquiera imaginar, Itachi. —Tomó su rostro entre sus manos. —Pero puedes compartir ese dolor conmigo, estoy para ti...

—Gracias....

Eso era todo lo que Yukiko podía brindarle, su consuelo, su apoyo incondicional.


❄️❄️❄️


Yukiko se observó en el espejo, su cabello largo lo había cortado y este llegaba a su pecho, tenía unas cuantas heridas que habían sanado pero habían dejado cicatriz.

¿Itachi la encontraría atractiva aún después de todo?

El susodicho entró a su habitación con aquella mala costumbre de no tocar. Él se acercó a ella y le dio besos en su hombro hasta subir a su cuello.

—Eres hermosa Yukiko. —Le dijo dejando su mentón en su hombro.

La pelimorada sonrió con amor hacia el Uchiha.

—Siempre sabes lo qué pasa por mi cabeza. —Se quejó, ella se volteó y le dio un rápido beso en sus labios.

—¿Lo hago? —Preguntó con una sonrisa pícara, llevó sus manos a su cintura acercándola a él.

—Por favor cierren la puerta cuando hagan sus marranadas. —Pidió Deidara.

Yukiko rodó los ojos y observó hacia la puerta que estaba entre abierta. La abrió y se encontró con el rubio en el pasillo.

—También deberías cerrarla cuando estés con Sasori. —Pidió.—Últimamente pasas mucho tiempo en su taller...

El rubio se sonrojó y se volteó todo sonrojado hacia otro lado.

Yukiko se rio entre dientes y se dirigió hacia su novio.—Eso siempre funciona.

—Deberías dejarlos de molestar. —Aconsejó Itachi.

—Así podrán hacer su relación formal, sólo les estoy dando un empujoncito.

—¿Lista? —Preguntó Sasuke saliendo de su habitación.

En nuestro hogar todos teníamos nuestra propia habitación, por supuesto que Yukiko siempre se colaba a la del Uchiha para dormir junto a él.

—¡Si! —Afirmó. —Regresamos en un rato.

Le dio un último beso a Itachi y se dirigió a la salida junto a Sasuke.

—Diviértanse. —Les dijo el Uchiha mayor.

Yukiko le dirigió una última mirada y sonrió al ver a Itachi tomar una escoba y barrer la entrada, olviden a Sasori, Itachi es el esposo supremo.

Yukiko Aisuki IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora