El 04 de enero ya había llegado. Las torturas habían cesado hacía unas dos horas. Mi padre y Bellatrix tenían asuntos más importantes que atender.
Estaba apoyada en el marco de la puerta del cuarto, algo débil por la tortura, cuando mi padre subía las escaleras. Me quedé inmóvil ante su presencia, como si hubiera sido la primera vez.
- Me ausentaré a la cena, mi Lord - le advertí al responder a su pregunta. ¿Que si algo estaba en mi mente? No tenía ni idea y agradezco que así lo fuera.
- ¿A qué se debe eso, Theodora? - se dirigió a mí con una mirada divertida, esperando con ansias mi respuesta.
- No me encuentro del todo bien, mi Señor - bajé la cabeza para que no pudiera resistirse a mi actuación -. Lo siento, mi Señor.
- Componte para la próxima vez, Theodora. Tu presencia nos... fascina - dijo esto último ácidamente mientras levantaba mi mentón con su varita.
Simplemente asentí y le agradecí antes de que se dirigiera al comedor. Tuve unas ganas de ahocarlo allí mismo y borrarle la sonrisa de la cara.
Apenas vi que volvió al primer piso, salí corriendo hasta el cuarto en el que me dejaron hospedar y cerré la puerta. Tomé ágilmente mi varita, que estaba a punto de caerse del tocador al querer alcanzarla, como también la ropa que había dejado escondida debajo de la cama.
No había huido antes porque me encontraba muy mal. Me costaba pararme incluso, pero para ése entonces estaba un poco mejor.
Luego de cambiarme, tomé la mochila que contenía el regalo de Eugene, el cual conseguí cerca de la casa de Eugene y bajé desde la ventana de mi cuarto hasta el jardín de los Malfoy, escalando las intrincadas estructuras de la casa. Salí disparada hasta el frondoso bosque que limitaba con la mansión, entonces.
Para mi sorpresa, Malfoy estaba allí. Él estaba recargado contra un árbol unos metros dentro del bosque y no pude evitar que me viera. No quería hacerlo un cómplice pero ya lo era.
- Volveré en unas horas. No... No digas nada - le pedí y él asintió antes de que retomara carrera.
Cuando ya casi no veía el hogar de los Malfoy, cerré los ojos y aparecí en la esquina de la casa Wingsprutt. Era de noche así que supuse nadie estaría cerca.
Tomé unos instantes para recomponerme del dolor y aparentar estar bien.
Apenas toqué, su madre me recibió con una sonrisa. Pasé sigilosamente hasta el living-comedor de su hogar y justo en ese momento, Eugene pasaba por el arco que hacía de puerta. Frenó secamente con una sonrisa mostrando un paquete y luego se dio cuenta de mi presencia. Su sorpresa y alegría eran tan espontáneas que no pude evitar ensanchar la mía.
Nos acercamos a abrazarnos y, aunque el resto estaba hablando, sólo pude oír su ligero 'te ves terrible y gracias' ante mis felicitaciones.
- ¿Cómo...? - sólo llegó a decir, confundido, por lo que me eché a reír.
- ¿Cómo... llegué? Es fácil, tomé el mismo recorrido que la otra vez.
- Es bueno saberlo, pero me refería a cómo te lastimaste - lo miré a él y luego a mi brazo, comprendiendo que lo había visto antes del ataque a la Madriguera.
- Oh, tuve un accidente en la casa de los Weasley. Te explicaré luego.
- Está bien - largó mientras su hermano le despeinaba el cabello desde atrás. Al verme, el hermano de Eugene se enderezó en un intento de parecer serio.
- Theodora.
- Richard.
- Qué bueno que es verte.

ESTÁS LEYENDO
La hija de Voldemort: Vol. 2
FanfictionSEGUNDA PARTE: TERMINADA PRIMERA PARTE: Disponible en el perfil - AVISO: les recomiendo a aquellos que leyeron el primer volumen antes del 01 de junio de 2020 que lo relean porque se hicieron importantes cambios en la trama - Tiempos oscuros azotará...