Capítulo 41: Ángel

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    Liam estaba sentado junto a la cama de Emma velándola hasta que se recuperara en aquella fría y blanca sala de hospital; había una pila sobre una silla llena de regalos de sus amigas y amigos que incluía varios gigantes osos de peluche, cartas, flores y.... Ese era Loki sobre el sofá contiguo? Al abrir los ojos un martillante dolor de cabeza se le metió a Emma y escaneó la habitación con la mirada hasta encontrarse con Liam y su amplia sonrisa de bienvenida: se lo veía muy cansado con bolsas negras bajo los ojos, el cabello muy despeinado y las arrugas de expresión muy marcadas.

-Hey - dijo ella en voz baja dedicándole una sonrisa.

-Hey! - él le susurró devolviéndosela sin soltarle la mano - cómo estás?

-Me duele la cabeza... Pero nada grave, qué me paso?

-Tuviste un coma nervioso - su castaña mirada se ensombreció - y en serio perdóname Emms ya que fui la gota que derramó el vaso.

-No fue tu culpa, quédate tranquilo - el pulso de Emma se aceleró cuando Liam pegó su frente a la de ella.

-En serio, lo lamento. El doctor dijo que deberías hablar con él para saber las razones de tu shock, yo por el contrario estoy seguro a que se debe que tienes mucha presión sobre ti: vas a la escuela y por lo que me he enterado eres la primera de la clase, tienes todos los días clases de canto, preformance o baile, y cuando sales de ahí vas directo al trabajo - Liam se recostó a su lado frente a frente.

-Sé que puedo con todo esto - ella susurró tentativamente cerca de sus labios - no puedo dejar de trabajar porque no tengo quien me mantenga desde casa y no quiero que Josh trabaje para cumplir uno de mis caprichos que tal vez ni funcione.

-Saldrás mañana a por la mañana - él le acaricio el rostro con su enorme pulgar - y yo mismo te acompañaré a decir que renuncias. Hazlo por favor - él cerró sus ojos sin soltarla - hazlo para que yo duerma tranquilo y no este persiguiéndote todo el día.

-Olvidaste el hecho que voy al gimnasio todas las mañanas antes de ir a la escuela.

-Liam expresó una pequeña sonrisa - deberías dormir un poco más ya que mañana es la presentación.

-Yo no soy la que se ve como un zombie - Emma repasó las bolsas bajo los ojos de Liam y su despeinado cabello - desde cuándo estas aquí?

-Te traje en brazos hace dos noches y me fui a cambiar y a traer algo de ropa cuando me aseguré que estabas bien o sea esta mañana. Pero no he dormido en varios días.

-Y eso por qué? - Ella le toco las largas y rizadas pestañas de los ojos cerrados del muchacho dejando que su mente fantasee solo un poco.

-Por ti - confesó sinceramente sintiendo como el cuerpo de Emma se tensaba frente a él en la pequeña cama.

    Era una pura y dulce verdad, estaba loco por ella y no podía evitar decírselo. Era desde el día que apareció en sus sueños su ángel guardián, que velaba por su felicidad.

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