Narra Jeff
El olor del jabón de avena y fresas en el agua con la mezcla del olor dulce de David inundaban mis fosas nasales, ese delicioso olor mezclado me estaba volviendo loco, la calentura seguía a tope y sus movimientos la subían más.
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Narrador Omnisciente
La noche fue larga en el baño, ambos estaban cansados, agotados, pero el de cabello plateado yacía plácidamente dormido sobre la cama, el olor que emanaba de su cuerpo había disminuido, ya no tenía fiebre y estaba tranquilo, sus ojos cerrados y sus mejillas rojas lo decían todo, estaba mejor, el mayor lo veía con encanto, parecía hipnotizado por el menor. Algo raro, según él, le estaba pasando, y el peli-plata lo estaba causando.
Sonrió al ver las orejas del menor moverse, realmente parecía un gato, y al tocarlas, un ligero, pero audible "ronroneo" se escuchó. Su cola se movía inquieta sobre la sábana. La ventana abierta hacía que la habitación estuviera fresca.
El insomnio de Jeff no lo dejaría dormir, pero tampoco quería hacerlo, quería observar dormir a su "mocoso".~...
Así fue, cuando sonó el despertador, entonando " Voices, de Motionless in White" marcaba las 6:30 am.
David se revolvió en las sábanas. El fin de semana había sido largo, abrumador por tener al asesino al cuál había adorado desde bastante pequeño, pero estaba... ¿Feliz? Por tenerlo en su casa. (7u7)
Ahora debía pensar en la escuela, algo que lo disgustaba un poco, no por el hecho de ser la escuela, si no, por los que se encontraban en ella, era un excelente alumno, no había problema en ello, pero los "idiotas" de sus compañeros eran el problema.David, frotó sus ojos y apagó la canción del despertador.
Jeff estaba acostado, con los brazos tras su nuca viendo el techo, el menor sonrió.
-Buenos días--Buenos días- contestó Jeff formando una sonrisa distante, aún con la mirada en el techo.
David se levantó de la cama, su cola se movía de un lado al otro.
Luego de unos minutos ya estaba listo, Había escindido perfectamente sus rasgos felinos, lo que no podría esconder eran sus pequeños colmillos. No era problema, no hablaba con nadie, ni tampoco sonreía, así que no se verían, y si debía hablar, no se notarían demasiado. Como siempre.
Su cola estaba enrollada debajo de su polo negra, holgada, así se notaría menos. Y para tapar sus orejas, llevaba una sudadera gris oscuro con capucha, los maestros nunca tenían problema con que estuvieran en clase con capuchas, gorros, o algo que tapara la cabeza. Así que no le tomó mayor importancia.Bajó hacía la cocina, sirvió leche en un vaso, preparó un sándwich de jamón con salchicha y abundante mayonesa y salsa Kétchup. Desayunó y tomó camino hacía el corto camino hacia la escuela, con loa auriculares en sus oídos reproduciendo "Clocks, de Oceans ate Alaska".