La casa del campo

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Habían pasado tres meses desde el regreso a Sunagakure y todo estaba marchando bien en la aldea, el trabajo pendiente que tenía Temari ya solo era un mal recuerdo.

--Cambié tu reunión de la tarde para mañana, el embajador se retrasó en el camino, la pila de papeles de la derecha ya está revisada, solo necesitas firmarlos.-- Explicaba Temari a su hermano menor.

--Entendido, ¿puedes enviar estos al correo?--

--Claro.-- Los tomó y se giró para salir de la oficina, pero al llegar a la puerta se detuvo.-- Gaara...--

--¿Qué pasa?--La miró con atención.

--Ahora que todo está en orden voy a tomar mis días de vacaciones, ¿Está bien?--

No esperaba esa noticia y en su rostro se notó la sorpresa. --Sí, te las mereces.-- Contestó el pelirrojo.-- ¿A dónde irás?--

--No lo he pesando, quizá solo me quede a descansar, tal vez en la casa de campo.-- Restó importancia a lo que decía.

--Buena idea, ¿cuando planeas ir?--

--Bueno como ya dejé todos los pendientes en orden esperaba irme mañana.-- Soltó la rubia apenada.

--¿¡Mañana!?--

--Sí.--

--Pero entonces no me acompañarás a la junta con el embajador de Kumogakure...--Se calló por un segundo y reflexionó lo que estaba diciendo.-- Descuida, no hay problema, yo me encargo, disfruta tus vacaciones, hermana.-- Sonrió él.

--¿Seguro? Si me necesitas me puedo quedar unos días más.-- Temari se preocupó de que Gaara volviera a acumular el trabajo.

--No, no, yo me encargo, Temari, mereces esas vacaciones.--

No muy convencida la chica dejó el despacho del Kazekage y se dirigió a casa para terminar de empacar lo que llevaría el día siguiente.

Encerrada en su habitación volvió a leer la carta que recibió hace unos días.

"No puede creer que al fin podamos vernos, saldré el día 4 y espero llegar el 6 en la noche..." Se leía en la carta. "Te quiero, Temari." Era siempre su frase favorita de las cartas de Shikamaru.

Estaba algo nerviosa, pero sobre todo estaba emocionada por el encuentro secreto que tendría.

Sabía que le sería difícil dormir esa noche, así que cuando dejó todo listo salió a trotar para gastar algo de la energía que le sobraba.

--Hace tiempo no salías a correr, Tema.-- Dijo la figura que la alcanzó trotando igual que ella.

--Kankuro, no molestes.--Pidió ella después de aquella sorpresa, no lo había escuchado acercarse por estar concentrada en sus pensamientos.

--Últimamente estás más irritable de lo normal, ¿recuerdas que hace unos años corríamos juntos después de los entrenamientos?--

--Odiaba esos entrenamientos con Baki.-- Confesó ella.

--Ni me lo digas, siempre me molestaba diciendo que estaba gordo, ¡No lo estaba!-- Exclamó con frustración en su voz, esto provocó una risa por parte de Temari.

--Hemos cambiado mucho desde entonces.-- Habló ahora con más seriedad, aunque su respiración era agitada por el ejercicio.

--Y mucho.-- Agregó su hermano.-- Es bueno tener a Gaara de nuestro lado ahora.--Seguían trotando uno al lado del otro.--Supongo que ahora somos lo más parecido a una familia, ¿no crees?--

Ella lo miró incrédula, aunque estaba de acuerdo le sorprendió que su inconmovible hermano tuviera esas reflexiones.

--No me mires así, sabes a lo que me refiero, es bueno apoyarnos entre nosotros, saber que contamos uno con el otro.-- continuó él.

Temari solo asintió y dejó morir la conversación, al poco tiempo encontraron otro tema de que hablar, pero en la mente de Temari se quedaron resonando las palabras de su hermano.

A la mañana siguiente Temari se levantó temprano para dirigirse a la casa del campo, el día había llegado, hoy por fin vería a Shikamaru después de meses. Él llegaría en la noche, por lo que aprovecharía el día para limpiar la casa y dejarla habitable, hace mucho tiempo que nadie se quedaba ahí, de seguro tendría mucho por hacer.

La casa de fachada rústica era grande, fue construida como casa de campo para la familia del Kazekage cuando Temari y Kankuro apenas tenían conciencia, fue una petición de su madre para tener un lugar donde distraerse de la hostilidad que se vivía en aquel momento en la aldea.

Al entrar la puerta rechinó.

"Tal vez un día no baste para arreglar esta casa" Pensó Temari, al dar un vistazo rápido por el lugar pudo notar una gruesa capa de arena por el suelo y lo muebles, varias telarañas y unas ventanas muy sucias.

Se adentró más para llegar al centro de la casa, donde se encontraba el patio, y en él un jardín donde la vegetación se mezclaba con la maleza. "Más trabajo por hacer, tal vez me salve de la papelería estos días pero no creo poder decir que serán de descanso."

Sin más tiempo que perder comenzó la limpieza, era consciente de que no podría hacerlo todo ese mismo día, pero quería dejar el lugar lo más agradable posible para cuando Shikamaru llegara.

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¡Hola! Les dejo aquí dos capítulos ya que están cortitos, espero los disfruten. Saludos.

¡Que viva el Shikatema!

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