¡Hola! El capítulo de hoy es lo que yo imagino sería un día cotidiano en la vida de Temari y Shikamaru como pareja, espero les guste. Y no me canso de agradecerles el apoyo a la novela, ya ls amo, gracias.
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Él se sentó junto a Temari en el desnivel que unía la estancia y el jardín. Habían terminado de arreglarlo.
Fue un momento silencioso, para contemplar los resultados de su esfuerzo, el jardín se veía más vivo y con más energía.
Shikamaru suspiró y Temari se recargó en él.
--Quedó muy bien.-- Dijo él.
--¿Bromeas?--Resopló la rubia.-- Quedó mejor de lo que nunca lo había visto, somos buenos con la jardinería.-- Se acurrucó más en su hombro.
--Podría dejar mi actual empleo y dedicarme a diseñar jardines exóticos aquí en Suna.-- Bromeó Nara.
--Me agrada.-- Le confesó.--Tenerte en la aldea haría las cosas mucho más fáciles.-- Pensó en voz alta.
Shikamaru giró a verla, al parecer a ella también le daba incertidumbre el futuro de su relación, lo veía en la afligida mirada de Temari.
En ese momento no podía ofrecerle soluciones, solo reconfortarla, así que frotó su espalda dándole apoyo.
--Creí que te quejarías más.-- Confesó.-- Trabajaste con mucha determinación.-- Él sonrió de lado aún cuando ella no podía verlo. En un rápido movimiento él buscó su rostro y le dejó un beso en la mejilla, después regresó a su posición inicial.
--Jamás le perderé el miedo a tu abanico, Tema.--Bromeó.
La chica ignoró el comentario y abrazó a Shikamaru para estar más cómoda.
--¡Oh! Casi lo olvido, te tengo una sorpresa.-- Confesó Temari separándose de él.
--Me pregunto qué será... ¿Acaso remodelaremos la fachada de la casa? ¿No me convencen tus sorpresas, Tem.-- Habló quejándose con antelación pensando que Temari lo pondría a trabajar nuevamente.
--No, tonto.-- Lo regañó.-- Una cosa a la vez, dejaremos la fachada para las próximas vacaciones, esto te gustará.-- Anunció la rubia levantándose de su lugar. --Quédate ahí, ya regreso.-- Caminó unos pasos dentro de la casa y regresó de prisa.-- De hecho, cierra los ojos, no quiero que se arruine la sorpresa.-- Dicho eso volvió a entrar a la casa.
Desde el lugar de Shikamaru se escuchaba que Temari movía algunas cosas y maldijo un par de veces, pero Nara decidió que no abriría los ojos.
Escuchó los ligeros pasos de su novia acercándose.
--¿Puedo ver ahora?-- Preguntó curioso.
--No, espera.-- Se escuchaba que ella seguía moviendo cosas frente a él.
--Tem, me conoces, si cierro los ojos por mucho tiempo no tardaré en quedarme dormido.-- Advirtió él.
--No seas un bebé llorón ahora, Nara.-- Reprendió.-- Te gustará, ten paciencia.-- Pidió.
Shikamaru solo gruñó, cuando se quedó tranquilo pudo percibir un leve olor a polvo, pero no era extraño estando en Suna, luego se empezó a sentir tentado a caer en los brazos de Morfeo, había trabajado mucho y ahora que sus ojos estaban cerrados una siesta parecía el desenlace ideal.
--Bien, ya ábrelos.-- Escuchó de pronto. Se repuso y abrió los ojos, disimulando la somnolencia.
Frente a él se encontraba un viejo tablero de shogi y lo llamativo de este eran las piezas que tenían un diseño elegante y parecían estar hechas de marfil.
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Caminando Contigo
FanfictionLa historia de dos shinobis de distintas aldeas y personalidades contrarias y el camino que decidieron compartir.