Caminando Contigo

El festival

--No lo sé, supongo que empiezo a comportarme como mi padre.-- Confesó Nara.

--Concuerdo con eso.-- Temari lo señaló con sus palillos antes de seguir comiendo.

Se encontraban cenando en un lugar de ramen, esa tarde habían jugado shogi con el Tsuchikage y todo salió de maravilla, el incidente de Kankuro estaba olvidado y Onoki ahora estaba tan encantado con Temari como lo estaba con Shikamaru, es por eso que la pareja decidió ir a cenar para celebrar, por eso y por que les sobraban pretextos para estar todo el tiempo juntos.

--Solo espero poder liderar al clan tan bien como él lo hizo, a veces dudo.-- Se confesó.

Temari lo miró y frunció el ceño.

--¿Qué ocurre?-- Preguntó él.

--Hablas igual que Gaara cuando le ofrecieron el puesto de Kage, comparándose con otros y cuestionando sus capacidades, tal vez no lo veas pero no hay mejor persona para el puesto que tú y no lo digo por que te quiera, nos has demostrado a todos cuanto has madurado y lo inteligente que eres...-- Habló con firmeza.-- ...sé que intimida tener a tantas personas bajo tu responsabilidad, pero estarán en buenas manos, así como Suna lo está con Gaara, den lo mejor y si se equivocan yo estaré ahí para mantenerlos firmes, no dejaré que lo arruinen.-- Advirtió.

Shikamaru sonrió, le pareció muy graciosa la coincidencia, ya que justo ese apoyo y empuje es lo que los viejos sabios esperaban que Nara adquiriese cuando se casara, ellos apreciaban la dualidad y el balance que significaba una compañera de vida, por eso la insistencia, lo que ellos no sabían era que Shikamaru ya tenía a una mujer con carácter que lo mantenía andando.

"Si supieras, Tem... pero no creo que deba mencionar ese tema a ahora, puede ser incómodo, aún más porque sigo pensando que el matrimonio es muy problemático. Pero lo comprendo mejor al escucharlo de ti." Pensó, pero decidió hacerlo más simple.

--Cuento contigo.-- Dijo tomando su mano.

--Eso espero.--

La cara de Temari mantenía un gesto firme, que aunque era imponente a Shikamaru le provocó el deseo de besarla, pero sabía que se opondría al estar en público.

Continuaron la cena para después caminar un rato por las calles antes de llegar al hotel.

Al día siguiente la inauguración del festival había llegado y Shikamaru tuvo que salir desde temprano a ayudarle a San con los últimos detalles, luego que el joven castaño insistiera que no necesitaba ayuda aún cuando su rostro denotaba una tremenda crisis de ansiedad.

Como buen amigo ahora Shikamaru cargaba el vestuario de los bailarines esperando junto con San para entregarlos.--Oye, Shikamaru...-- Llamó San, el chico de la coleta le prestó atención.-- Tú y la embajadora de Suna...-- Trataba de plantearlo con cautela.

--¿Temari?-- Preguntó él.

--Sí, Temari.--

--¿Qué con nosotros?-- Su rostro fingía duda, pero ya sabía a dónde se dirigía esa pregunta.

--Ustedes... ¿Están saliendo o algo así?--

Aún cuando ya esperaba la pregunta una risa nerviosa le salió inconscientemente.-- Claro que no ¿por qué piensas eso?--

--Bueno han sido inseparables desde que están aquí.-- Explicó con vergüenza de entrometerse en el tema.

--Somos amigos, San, eso es todo.-- Mintió Nara.

--Pero ¿Te gusta?-- Insistió.

--¿Por qué de pronto te interesa mi vida amorosa?-- Evitó la pregunta.-- ¿Y cuándo llegarán los bailarines? Ya deberíamos ir a alistarnos.-- A la defensiva empezó a cambiar el tema.