Feliz viernes!
No se olviden que hoy tenemos nuestra cita habitual en el insta SofiDalesioBooks para comentar en el vivo los capítulo subidos esta semana, responder preguntas, y cualquier cosa que pueda llegar a surgir en el momento (prometo esta vez intentar que no sea nada muy descabellado).
Si Loki me sonríe, espero pronto poder terminar de escribir esta novela y comenzar con la tercera y última parte de El ladrón de vidas. Y no duden en puntuar mis historias en goodreads o recomendarlas en Facebook, no tienen idea de cuánto me ayuda eso al momento de conseguir más visibilidad.
A veces temo no decirlo lo suficiente, pero estoy eternamente agradecida por tanto apoyo y amor de su parte, por todo lo que me están haciendo reír con sus memes estas últimas semanas y saber que haga lo que haga, intentarán darle una oportunidad a todos mis proyectos. En serio. ¡Mil gracias! ¡Los amo un montón!
Como siempre, no se olviden de votar y comentar a final!
Y mi pregunta de hoy es sobre cómo creen que resultará el robo al final. Quiero leer sus teorías más descabelladas.
Xoxo,
Sofi
***
No estaba funcionando.
Sin importar los cálculos que hiciera, las suposiciones, los escenarios, siempre algo fallaba. El secreto, para ser un buen escapista, era pensar en todo lo que podía salir mal. De niño había escuchado a demasiados adultos decir a su alrededor la palabra pesimista, entonces había cambiado algunas letras de lugar, modificado otras, y así había encontrado su vocación. No deseaba la horrible sensación de sofocarse por sus preocupaciones, o que sus inquietudes lo despertaran en medio de la noche con el corazón latiendo a mil, tampoco sentir el asfixiante peso del mundo sobre sus hombros. Y cuando se había preguntado qué tenía para ofrecerle al mundo criminal que pudiera interesarle, la respuesta había sido sencilla: un escape.
Lamentablemente, esa seguía siendo la parte más importante del plan. Si el robo fallaba, lo peor que podía suceder era quedarse sin el botín. Si el escape fallaba, en el mejor de los casos solo serían arrestados, y nadie deseaba eso. Así que, como era habitual, de nuevo estaba toda la presión sobre él.
Houdini contuvo un grito y golpeó su cabeza con la tableta gráfica. Sabía cómo salir de lugares, no cómo entrar a estos. Así no era como el escapismo funcionaba. Y pensara lo que pensara, su plan siempre fallaba en algún punto. Lo cual solo lo estaba enloqueciendo lentamente. Sin contar que también debía sacar a Cleo y Hermes de la escena del crimen. Y las cinco joyas del Nilo demasiado antiguas y demasiado valiosas.
Miró una vez más la tarjeta del encargado de relaciones públicas a un lado. Necesitaba examinar el lugar, no podía negarlo. Debería haber llamado hacía días, pero no confiaba en sí mismo. Ese era el problema. Siri no era una opción para pedirle ese favor, solo ella sabía lo que sería capaz de decir. As le aterraba de solo considerarlo. Cleo parecía lejos de prestarse para algo así. Había pensado en pedirle el favor a Hermes, viendo que los tiempos se acortaban y él parecía ser un experto en el engaño, pero el joven apenas parecía vivo tras despertarse por una taza de café, recostarse sobre el sillón como si no hubiera dormido, y quejarse de la luz al ponerse sus lentes de sol
Estaba nublado. Houdini había visto suficientes personas con resaca como para reconocer una. En cuanto a lo que podría haber llevado a Hermes a perder su elegante control y terminar así, era todo un misterio. Tampoco había pasado por alto el hecho que Cleo había salido a hacer ejercicio sin saludarlo, no sin antes dejar el café preparado como cada mañana a pesar de que ella nunca bebiera. Esos dos eran todo un caso, y posiblemente estuvieran asociados.
ESTÁS LEYENDO
Cinco de Oros
Action5 criminales 25 millones de libras 5 semanas para planear el golpe de sus vidas Cleo está convencida de una cosa: las reliquias no pertenecen en un museo. Houdini se encuentra desesperado por demostrar lo que vale a pesar de su edad. Siri haría cual...