Señorita | Grayson Dolan | TERMINADA

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Madison.

Tengo que esperar hasta el
día siguiente para ver si logro saber algo de Grayson.

Bella no me ha dicho nada, y no tengo idea de lo que haya ocurrido con Jona, entonces me siento impaciente.

Jamás había sentido tanta angustia.

Por ahora estoy sola en la casa de Margo, esperando a que me traiga alguna noticia acerca del moreno. Espero que ni en mil años él sospeche que fue ella quién me ayudó.

Al poco rato escucho la puerta abrirse, y veo la figura de Margo aparecer con unas bolsas de compras.

"He traído comida para levantar los ánimos." Me sonríe, caminando hacía la mesa.

Yo la ayudo a acomodar todo. "¿Viste algo nuevo hoy?"

"Sí. Ese tal Jonathan canceló todo y se fue. Me preguntó si había visto a alguna chica salir del cuarto, y obviamente le dije que no. Luego él y unos seis tipos se fueron. Hubieras visto su rostro... tenía un corte en la ceja y la mitad de su cara morada."

Yo abro mis ojos de sobremanera, sorprendida.

"¿Crees que... ese haya sido Grayson?"

"No lo dudo." Me contesta afirmativa. "Tu chico debe ser muy fuerte."

Me imagino al castaño partiéndole el rostro a Jona, recordando cada una de las veces que me dijo que lo quería lejos de mí. Mi verdadero sueño era que sus palabras se cumplieran.

Pero ahora está mal, por mí. Todo se fue en caída. Y no tengo idea cómo salir de esto.

"Así que... ¿Jona se fue?" Le pregunto. Por algún motivo eso me quita un peso de encima.

"Así es. Puedes estar tranquila por ahora."

"Eso espero." Asiento, "Y ah... Margo, apenas sea mañana por la mañana temprano me iré. Necesito volver allá... y ver a Grayson."

La mujer peli-rubia me mira de inmediato.

"¿Estas loca? ¿No crees que es peligroso aún?"

Yo me encojo de hombros. "No tengo más opciones, realmente."

Ella niega con su cabeza.

Yo la miro y una pequeña sonrisa se forma en mis labios. Es como una madre.

"Te ayudaré mañana entonces. Oh, y casi lo olvidaba... Esto estaba en el buzón, lo acabo de recoger."

Margo saca de su bolsillo trasero un sobre, y yo lo recibo observándolo inmediatamente.

Es blanco, y sólo tiene la dirección escrita junto a mis iniciales en el medio:

"M. M"

Miro a Margo un tanto confundida, y ella me mira de vuelta.

"¿Qué podrá ser?" Pregunto.

"Pues ve a la habitación a averiguarlo con calma, yo prepararé todo para cenar."