Capítulo 11

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Sin importar que fuera un Domingo en periodo vacacional después de una fiesta donde todos salieran tambaleando (no su caso), Baby sentía que siempre debía levantarse temprano y arreglar todas las cosas que pudiera a su alrededor, incluida su apariencia personal y su recámara, lo único que llegaba a descuidar son los trastes a lavar en su casa. Además del hecho de levantarse a las 6:00 A. M., Baby decidió levantarse un poco más temprano para concluir una de las tareas más importantes que había sido pedida a su grupo, específicamente por la profesora de psicología: la profesora Nightmare Chick. También quería poder tener tiempo para ella misma, y continuar practicando una de las actividades que ella más ha disfrutado desde que era una niña, el cual era el teatro y en ocasiones la danza; hace días le había preguntado a su padre si le parecía buena idea que estudiara a futuro alguna de esas carreras, ya sea el teatro o la danza. Su padre se negó a que ella pudiera si quiera pensar en que estudiaría aquellas carreras, lo que él quería que ella estudiara era alguna carrera que "dejara dinero". A Baby no le interesaba como tal estudiar para conseguir dinero, pero ciertamente no podía darse el lujo de únicamente decir eso cuando ella y su padre vivían de centavos. Baby pensaba que tal vez el estudiar teatro le daría la oportunidad de ganar dinero, siempre y cuando se esforzara mucho y siguiera adelante, pero eso era algo que su padre no entendía.

   La relación que Baby tenía con su familia siempre fue muy buena, al menos mientras su madre todavía vivía. Después de un accidente vehicular las cosas nunca volvieron a ser como ella las recordaba y las apreciaba: su padre nunca volvió a ser el mismo. La vida de su padre valía la pena si aún tenía a su lado a su esposa y a su hija, pero una vez que ella se alejó de sus vidas comenzó a postrarse, él realmente estaba muerto estando en vida. Baby buscó todas las formas posibles para animar a su padre a continuar con su trabajo en la herrería donde siempre trabajaba, pero él simplemente no escuchaba, prefería desahogar todos esos sentimientos en copas de whisky, aquellas bebidas que su madre recibió alguna vez en su trabajo como agradecimientos o por eventos especiales.

   Aunque las cosas no estaban del todo bien en ambos, todavía existía un aspecto de gran preocupación para Baby de contar, algo que el Lunes sintió y que la ha mantenido despierta durante las noches. Una vez que entró a ese nuevo grupo en Dolphin's heart no pudo evitar percatarse de la presencia de una muchacha sentada hasta el fondo de la clase de Biología: tenía su cabello púrpura recogido, estaba usando un tutú de ballet rosa con pequeños cascabeles dorados colgando en la orilla de este, además, Baby se percató más del color de su piel robótica, la cual era del mismo blanco deslumbrante como el suyo mismo. Baby caminó y se sentó a un lado de ella para iniciar una conversación, notó que era una chica callada y reservada, pero eso no evitó que pudiera juntarse con ella ese día y el resto de los días de la semana pasada. Ella extrañamente se sentía muy bien estando a su lado, ella nunca había visto que alguien lograra quitarle todas las tristezas en su casa con tan sólo aparecer frente a ella, era casi como si fuera su hermana mayor (sin mencionar la estatura de la muchacha, ya que ella era más alta que Baby). Lo que realmente intrigaba a Baby era el hecho de que se mantuvo pensando en ella durante todo el día de ayer, como si fuera la protagonista de una película que hubiera visto cientos de veces antes de dormir; recordaba los pocos temas de conversación que han tenido oportunidad de compartir juntas, las veces que caminaron a lo largo de la escuela en compañía de FunTime Freddy y FunTime Foxy, dos animatrónicos que conocieron el mismo Lunes en Biología. Él y ella no siempre platicaban mucho con Baby y la muchacha Ballora, era casi como si ellas no los conocieran, pero aun así continuaban caminando juntos por la escuela. Baby continuaba pensando en por qué sentía que siempre quería estar con ella, incluso aunque ya tuvieran que verse todos los días en la escuela, no era suficiente para ella, quería verla más; pensó en invitarla a la fiesta que organizaría Foxy en un barrio cerca de su casa, pero ambas sabían que eso iba a ser imposible, ninguno de los animatrónicos que estuvieran ahí dejarían de mirarlas fijamente como dos bichos raros que necesitaran ser aplastados, hubiera sido un desastre ir. Después de todas las interrogantes que tuvo llegó a la conclusión de que tal vez estaba muy encariñada con Ballora, no como tal enamorada porque a ella le gustaban los animatrónicos macho (de acuerdo a su propio criterio), no quería admitir la teoría de que estuviese enamorada por todo lo que su padre podía pensar de ella; ya tuvo que presenciar la muerte de la persona a la que juró amor eterno, después tendría que enfrentar el hecho de que su hija se enamoró de otra chica en la escuela.

Corazón de delfínDonde viven las historias. Descúbrelo ahora