Capítulo 14

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Al menos para Balloon Boy, las mejores clases eran aquellas donde tenía la oportunidad de convivir con sus anteriores compañeros de clases, una de esas era la clase de Español, ya que en el salón de un lado estudiaba uno de sus mejores amigos del año pasado. Si no estaba en clase, estaba afuera de su salón esperando a sus amigos, después sólo esperaría hasta la hora en que la clase finalizara para ir con ellos, así hasta que pudiera concluir ese año y tener un nuevo grupo.

   Balloon había llegado a la clase de Biología, y todos parecían estar tan interesados como siempre en sus pláticas: murmullos y risas suaves llenaban el salón. Él no había logrado integrarse en alguna mesa de los demás, por lo que pasó varias semanas sentándose solo en la mesa más cercana a la puerta. Una vez que estaba sentado, sólo esperaba el momento en que pudiera salir de ahí; a pesar de que nadie lo molestara, aún lo ignoraban cuando necesitaba ayuda.

   El profesor Cupcake había llegado al salón.

   —¡Buenas tardes, jóvenes! —Todos respondieron a su saludo, excepto Balloon Boy.

   —Escuchen —dijo después de dejar sus pertenencias en su escritorio—, estuve hablando con el director, y me informó que hoy se integrará una nueva compañera a su grupo.

   —Freddy, ahora sí tendrás a quién ligarte —dijo Springtrap mientras le daba una palmada en el hombro.

   —Por favor, no sean tan rudos con ella, ha pasado por bastantes cosas últimamente.

   «No creo que haya pasado por todo lo que yo paso todos los días», Balloon Boy pensó.

   —Adelante. —El profesor Cupcake observó a la entrada, así como el resto del salón lo hizo.

   Balloon Boy se encontraba de espaldas hacia la entrada, si hubiera querido ver claramente hubiera tenido que girarse por completo. No se giró, hasta que escuchó el murmullo de los demás:

   —Viejo, no mames. ¿Otro?

   —Ya llegó su novia.

   —¿Es su hermana?

   Los comentarios lograron llenar de curiosidad a Balloon Boy, así como lo alentaron a darse la vuelta desde su asiento. Una vez que se giró, pudo ver a una muchacha realmente parecida a él: tenía la misma ropa, los mismos ojos, la misma estatura, etc. Lo único que lo diferenciaba de él era el color de cada característica mencionada anteriormente.

   —Hola. —Fue la única palabra que sonó en la mente de Balloon Boy, fue como una palabra que rebotaba al ritmo en que su corazón comenzaba a palpitar; ciertamente estaba latiendo rápido.

   —Adelante, Balloon Girl. Puedes sentarte donde gustes —dijo el profesor.

   —Gracias. —Balloon Girl procedió a tomar asiento en la mesa de Balloon Boy, justo delante de él.

   Hacía casi cinco años desde que Balloon Boy vio a alguien que le provocara ese sentimiento, pensaba que no era real, o que de alguna manera ese milagro se le sería arrebatado, no creía que en realidad el cielo había escuchado su petición y le mandara un loable ángel como ella.

   —Hola —dijo ella una vez que se sentó.

   —Hola —respondió él.

   Ella desviaba constantemente su mirada de él, pero ella sí hubiera querido tener un poco más de tiempo para conocerlo, sólo que por las peticiones del profesor era un poco imposible interactuar en ese momento, tendría que ser hasta que la clase terminara.

   Balloon Boy también trataba de no mirarla fijamente, pero hubo algo en ella que le pareció muy interesante: pequeños moretones (al menos para él lo eran). Él también tiene pequeños moretones en sus brazos y en su torso, pero esos son causados por las veces que fue golpeado por un balón o cuando alguien chocaba con él en medio del camino, o incluso por haber sido provocado. «No puede ser», pensó, esperando creer que su teoría era errada.

Corazón de delfínDonde viven las historias. Descúbrelo ahora