Capítulo 28

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Cuando Bonnie llegó a la entrada de la escuela, pudo ver muchos animatrónicos afuera: varios de ellos estaban yéndose, otros estaban parados en la cancha de básquetbol. No pudo identificar a nadie alrededor, ni siquiera a alguno de sus profesores. Por un momento pensó que ya era demasiado tarde para despedirse, pero él sabía que la retirada de la escuela tomaba más tiempo del que había estado afuera, por lo que podía llamar todavía.

   Llamó primero a Chica. Ella respondió casi de inmediato. Su tono de voz era un poco desesperado.

   —¡Bonnie! ¿¡Dónde estás!?

   Él pudo escuchar que ella estaba en un lugar con varios animatrónicos hablando a la vez.

   —¿Chica? Casi no te escucho.

   —¡Estoy dentro de la escuela! ¡Hay varios animatrónicos destrozando la dirección! ¡Ven a verlos!

   Bonnie se sintió un poco asustado de entrar. Para él eso sonaba como una situación donde nada saldría bien. A pesar de ello, todavía quería ver a sus amigos.

   Cuando llegó a la explanada, pudo ver que había una gran multitud de estudiantes afuera de su edificio. Los animatrónicos que trabajaban en ella estaban parados enfrente de las ventanas presenciando todo, incluido el director, salvo que él estaba sentado en su escritorio. Todos estaban exigiendo nuevas condiciones de estudio para Dolphin's heart, pero ya que en aquel disturbio no existía alguna forma de comunicación normal, el descontento de ambos lados aumentaba. Bonnie pudo ver que Chica y Marionette estaban afuera de está observando todo. Chica estaba sosteniendo un cartel que decía "A la verga".

   —Oigan, ¿pero cómo demonios pasó todo esto en menos de una hora? —preguntó Bonnie un tanto alterado.

   —No sé, pero está de locos, ¿no? —Chica estaba muy cómoda con lo sucedido.

   —¿De qué hablas? De esa forma nadie puede hablar.

   —Así obligaremos a ese gordo a salir de su madriguera, viejo —decía Chica mientras miraba a la dirección—. Si esta mierda no funciona ya no sé qué vamos a hacer.

   —Pedir una transferencia para otra escuela, ¿no? —dijo Marionette a su lado.

   —Vamos, Marionette. ¿Crees que otras escuelas nos quieran aceptar después de… —Chica estuvo a punto de hablar acerca del homicidio, pero se corrigió a si misma rápidamente—. De que las cámaras de los noticieros nos vieran hacer esto?

   —Yo acabo de llegar. Con suerte ellos no grabaron mi cámara.

   —No seas pendeja, porque si pones esa escusa estarías dándole la espalda al cambio, y todos querrían partirte la cara, sin importar que midas lo doble que ellos.

   —Eso no es justo. Por eso esta clase de manifestaciones siempre salen mal; no todos estamos de acuerdo en seguir una sola decisión.

   —El que grita más fuerte es el más escuchado, mija. Así parecen ser las cosas cuando no hay control.

   Varios animatrónicos llegaron a la explanada con cubetas con pintura roja, así como las colocaron delante de la dirección para que todos pudieran arrojarla sobre este.

   —Realmente no creo que manchar la dirección vaya a solucionar algo —dijo Bonnie—. ¿Saben dónde está Mangle?

   —No vino. Sabía que todo esto iba a pasar hoy, por eso no vino.

   —¿Y saben si Freddy vino hoy?

   —Quién sabe. Eso sólo lo sabe el idiota de Springtrap, pero creo que ya se fue a su casa.

Corazón de delfínDonde viven las historias. Descúbrelo ahora