Capítulo 3

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Bonnie había sido llevado a un salón dentro de la dirección escolar para ser estudiado más a detalle, no tan sólo con la información sobre papel. En ese cuarto se encontraba un animatrónico en forma de lobo, casi tan parecido como el portero de su edificio, salvo que ese servidor era de piel negra, vistiendo un traje con una corbata roja.

   —Adelante, joven Bonnie —dijo el lobo después de haber atendido a otro animatrónico.

   Bonnie se levantó de la pequeña sala de espera (tres sillas en medio de un pasillo largo) y se puso de pie en la entrada de la puerta.

   —¿Se puede? —preguntó Bonnie.

   —Adelante, por favor. —El lobo volvió a insistir.

   Mientras Bonnie tomaba asiento del otro lado de su escritorio, el lobo estaba revisando una vez más los papeles que le había hecho llegar su secretaria.

   —Tú eres... Bonnie de 16 años. Animatrónico conejo color púrpura. Concluiste el primer año de bachillerato con un promedio de 9.7, nada mal eh. —El lobo recopiló la información que se encontraba en su expediente.

   —Gracias —dijo Bonnie con una sonrisa abierta.

   El lobo continuó estudiando los papeles antes de comenzar a preguntarle a Bonnie un poco más acerca de él de forma personal.

   —Muy bien, Bonnie, ya he revisado tus papeles y me parece que tienes el perfil perfecto de un estudiante dedicado en sus estudios —dijo el lobo mientras dejaba los papeles sobre su escritorio—. Pero ahora me gustaría conocerte mejor. ¿Por qué no comienzas platicándome un poco sobre ti?

   El lobo colocó sus dos brazos sobre el escritorio dispuesto a prestar su total atención al discurso que Bonnie estuviera a punto de decir, aunque en realidad Bonnie no tenía nada preparado para decir, ni siquiera se esperaba que tuviera que hablar en persona ante un servidor para concluir su inscripción. El corazón de Bonnie comenzó a latir un poco más rápido de lo habitual.

   —Bueno... —dijo Bonnie, después desvió su mirada del lobo—, yo no suelo ser un animatrónico que hable bastante en público; me ha ayudado bastante mi anterior escuela para superar ese miedo, pero aún lo llevo conmigo. Aunque me llegue a sentir bastante penoso en público, siempre trato de ayudar en lo que pueda a mis amigos y compañeros cuando sé que necesitan ser ayudados.

   —¿Sabes cómo se le llama a eso? Solidaridad —interrumpió el lobo.

   —Ajá. —Bonnie asintió.

   Bonnie comenzó a sentirse más tranquilo, las cosas iban tan normales como si cualquier otro animatrónico de su familia le estuviera preguntando cómo es él.

   —Mis papás querían que yo entrara a esta escuela, pero, después de haber platicado con una exalumna de aquí, me pareció aun más interesante iniciar mis estudios aquí —Bonnie dijo mientras se mostraba más convencido de sí mismo.

   —En Dolphin's heart nos encargaremos de que puedas aprovechar todos los recursos que más desees para complementarte como animatrónico.

   En cuanto Bonnie se dispuso a continuar con alguna otra idea de sí mismo, una secretaria había llegado a la entrada de la puerta con un animatrónico en forma de pollo amarillo.

   —Disculpe, aquí está Chica.

   El animatrónico que estaba con la secretaria se llamaba Chica. «Tiene el mismo nombre de FunChick», pensó Bonnie después de escuchar a la secretaria. Ella llevaba su mochila y un cuaderno en el brazo izquierdo, pero no parecía importarle que la hubieran llevado con un servidor de la escuela.

Corazón de delfínDonde viven las historias. Descúbrelo ahora