Capítulo 19

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La espera para iniciar la clase había parecido durar más de lo que debía, incluso los juegos de Toy Fred y Toy Bon volvían de este tiempo eterno para Orville; no para Hippo, él de alguna forma encontraba entretenerse con las distracciones más simples: dibujar garabatos en su cuaderno. Orville comenzó a estudiar un poco más el comportamiento de ambos, ya que su forma de alzar la voz era lo único que podía llamar la atención de cualquiera dentro del salón.

   —A mí me gustaría llamarme "Elsa" —dijo Toy Fred.

   —¿Por qué? Ese nombre es para niñas —dijo Toy Bon.

   —No si le pones una "o" al final. Pero para que suene más fuerte, me pondría… —Toy Fred extendió sus manos hacia enfrente; trataba de revelar una nueva palabra—. ¡Ya sé! Me llamaría "Elsa-brozano".

   —Oh, sí, sí, El Sabrozano es un gran nombre.

   —Tú serías mi amigo Lalo. "Lalon-ganiza".

   —Oh, sí, sí, la longaniza suena genial.

   —Vamos a hacer tarjetas con esos nombres, podemos usarlos en la radio.

   —Oh, sí, sí, en la radio.

   Ambos comenzaron a escribir en su cuaderno.

   Orville no dejó de contemplarlos mientras describían la manera en que podrían apodarse a si mismos. De alguna forma había algo que a él le parecía más impresionante, algo acerca de un tema del que se habló en clase de psicología: ¿ellos son felices? Orville veía el comportamiento que tenían mientras estaban en clase, ganándose la enemistad y el menosprecio del resto de sus compañeros, además de convertirse en alumnos especiales de los profesores. Pensó que tal vez a ellos no les importaba, que mientras disfrutaran del tiempo que tienen juntos con eso bastaba para disfrutar la escuela.

   —Hippo. —Orville lo llamó; estaba sentado en el pupitre a un lado de él.

   —¿Qué?

   —¿Somos felices? —Hippo frunció el ceño.

   —¿Qué?

   —Sí… ¿Tienes alguna idea de lo que significa ser feliz? Porque tal vez pensamos que lo somos, pero puede que sólo sea un filtro que no nos permite ver más allá de nuestros placeres a corto plazo.

   —Oye… ¿Springtrap te dio a fumar lo que venden en Calle Dos?

   —Olvídalo. —Orville desvió su mirada hacia la paleta de su pupitre. Hippo volvió a sus asuntos un poco extrañado.

*    *    *

Freddy estaba caminando por el pasillo para llegar a la clase de inglés; siempre llegaba justo a tiempo por quedarse a platicar con Springtrap, ya que él tiene que quedarse a tomar clases de francés. En cuanto llegó al pasillo del edificio, pudo ver a Bonnie y a Toy Chick sentados afuera del salón. De alguna forma ver eso incomodó un poco a Freddy, ya que él había pensado que Bonnie ya no tenía nada que ver con ella. Pero, ya que es la vida de Bonnie, pensó en ignorar lo que él llegase a hacer o no hacer. Cuando caminó cerca de ellos saludó primero a Bonnie con una sonrisa fingida, después a Toy Chick. Bonnie, desde luego, quería que Freddy pudiera compartir más de su tiempo con él, por lo que pensó que no fue nada oportuna la llegada de Toy Chick para platicar.

   —Bueno, Bonnie, me tengo que ir, la clase de francés está a punto de comenzar. —Toy Chick se puso de pie.

   Cuando ella habló, Bonnie pudo ver a lo lejos al profesor Nightmare Fred caminando hacia su salón.

Corazón de delfínDonde viven las historias. Descúbrelo ahora