Capítulo 26

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Las emociones en cada uno finalmente habían sido liberadas después de los profundos abrazos, aquellos derramando lágrimas sobre sus hombros y sollozos en el aire. La tensión entre ambos había disminuído, ahora podían dedicarse a platicar de otros asuntos o de distraerse en otra actividad, algo que no trajera de vuelta a la vida la muerte (literalmente). Ni para Bonnie ni para Freddy fue fácil aceptar que eso había ocurrido, pero a la vez sabían que no ganaban nada con negar que habían visto eso; sus sentimientos no podían cambiar el hecho.

   Freddy aún se encontraba en el departamento de Bonnie. Para poder pasar el tiempo con algo más que el silencio, Bonnie sugirió que ambos fueran a la sala a ver la televisión; contaba con más de los quinientos canales que con febril entusiasmo anunciaban los compradores en las calles. Los dos habían sentido un poco de miedo de poner algún canal de noticias, ya que no querían ser sorprendidos de que los vestigios del homicidio o asesinato habían sido encontrados. Bonnie decidió ir a la sección de los canales que él disfrutaba ver aquellas tardes cuando volvía de la primaria; sus padres nunca le restringieron ver lo que él quisiera; no tenían mucho tiempo para vigilar eso. Finalmente se había decidido por un canal donde se transmitía música con dibujos animados inmóviles.

   —¿Quieres ver eso? —preguntó Bonnie.

   —¿Qué es?

   —No lo sé, pero suena bien, ¿no?

   —Sí. —Freddy sonrió ligeramente.

   Mientras la música seguía cautivando sus tímpanos, las ventanas comenzaban a avisar el sonido de gotas de agua cayendo del cielo. La noche se volvía un poco más fría, pero el departamento de Bonnie se volvía cálido. Una de las ventanas estaba abierta.

   —Ya está lloviendo. Cerraré las ventanas.

   —Oye, Bonnie. ¿Podrías apagar la luz?

   —¿Te molesta?

   —Un poco.

   Bonnie asintió. Una vez que lo hizo, el departamento volvió a llenarse con la oscuridad de la noche, excepto que la brillanteza de la televisión se encargaba de iluminar un poco; al menos sus cuerpos y la enorme ventana detrás de ellos. De alguna forma el sonido de la lluvia contra su edificio, combinado con la suave melodía de aquel canal, lograban crear ese sentimiento que Bonnie sintió por primera vez cuando escuchó a Mangle cantar, o cuando escuchó a su mamá en el teléfono cuando fue aceptado en Dolphin's heart. El momento creado era cálido y relajante. Bonnie había notado que los momentos así no pasaban todos los días; le quedaba ahora más claro debido al horrible momento del día de hoy. Sentía como si alguien estuviera forzando sus párpados a cerrarse, provocando que la imagen en la televisión se volviera borrosa. Freddy notó ese comportamiento antes de que Bonnie ya no pudiera escuchar más a la lluvia y a la música.

   —¿Bonnie?

   Bonnie abrió sus ojos tan rápido como escuchó su nombre.

   —¿Qué? —Su pregunta fue acompañada de un gran suspiro.

   —¿Ya quieres ir a la cama?

   —No. Yo creo que esto es de todo lo que corrí de la escuela hasta aquí. Estoy un poco cansado —dijo mientras tallaba su ojo.

   —¿Estás seguro que no quieres dormir? Si gustas podría irme ya a casa.

   —No, tranquilo, no podría dejarte ir con esta lluvia. Además, tengo que asegurarme de que FunChick llegue bien.

   —Te preocupas demasiado por todo; FunChick ya es una adulta, y creo que no estará molesta de que no la esperes un día levantado. Mereces descansar.

Corazón de delfínDonde viven las historias. Descúbrelo ahora