Capítulo 17

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Avisarme Cualquier Error

Hoseok se quedó de pie en el umbral de la puerta. Su patrón estaba visiblemente molesto por algo y tenía miedo de interrumpirlo mientras ordenaba él mismo la ropa de cama de las habitaciones principales

El hombre no podía entender por qué un señor como él insistía en hacer labores manuales como si fuera un sirviente. Sin embargo, intentaba al menos tolerar esos arranques de excentricidad de su patrón y lo observaba de cerca, esperando que tarde o temprano descubriera qué era eso que la Sr. Jeon ocultaba

No le agradaba hacer ese papel tan poco honroso, pero hay ocasiones en que se tienen que hacer cosas desagradables para poder sobrevivir. Por lo pronto era evidente que estaba enojado por algo ¿Podría acaso averiguarlo?

Jimin volvió a la realidad cuando Hoseok se aclaró la garganta para hacerle saber de su presencia. Un segundo más tarde el ceño fruncido había desaparecido de la frente del pelinegro

- ¿Pasa algo Hoseok?... – Indagó Jimin dejando en la mesa la sábana que estaba por doblar

- Señor, un mensajero llegó hace un momento y trajo algo para usted...

- ¿Algo para mí?... – Preguntó el joven heredero intrigado - ¿Dónde está?...

- Bueno, es algo grande, así que está en la sala... – Explicó el sirviente alzando los hombros

Jimin dejó la habitación para inmediatamente bajar hasta el salón. No le fue muy difícil adivinar qué era aquello que le habían traído, pues plantado en medio de la sala había un arreglo de flores que debía medir por lo menos metro y medio de alto, con no menos de diez docenas de rosas rojas

- ¡Es increíble, señor!... ¿No le parece?... – Dijo Hoseok que estaba parado admirando el arreglo

Jimin no dijo nada. Se acercó al monstruoso arreglo y extrajo de entre el follaje la tarjeta que había dejado el florista. Casi con rabia abrió el sobre para leer el mensaje:

Te invito a salir esta noche

Jungkook

"¿Eso era todo?"... - Pensó el pelinegro aún más enojado- "Aquello era el colmo del descaro"

- Señor... ¿Dónde quiere usted que se ponga el arreglo?...- Comentó ahora Lia su cocinera

- En ningún lado... Tírenlo a la basura... – Fue la respuesta del pelinegro que había enrojecido aún más del coraje

- ¿Perdón?... – Preguntó Hoseok sin creer lo que había escuchado

- Que lo tires a la basura... No quiero verlo en esta casa... – Contestó Jimin haciendo un esfuerzo para controlarse y no gritarle a sus empleados. Después de todo, ellos no tenían ninguna culpa de sus problemas con su marido

- Pero señor... – Repuso Lia confundida

- ¿Tenías alguna otra cosa que preguntarme Lia?...- Repuso Jimin tratando de cambiar el tema con su cocinera

- Bueno... yo... iba a preguntarle si ya tenía listo el menú para la cena... – Tartamudeó el hombre

El joven heredero sacó del bolsillo de su pantalón un papel y se lo entregó a su sirviente sin decir más. Dando un giro sobre sus tobillos Jimin se encaminó hacia las escaleras, pero de nuevo fue detenido por la mujer. Hoseok los siguió de cerca

- Señor, si usted me permite, quisiera recordarle que al señor no le gusta el pastel de carne... – Dijo la mujer con timidez

- Pero a mí sí. Por esta vez haremos las cosas a mi modo, Lia ¿Entendido?...- Respondió Jimin y sin esperar respuesta subió por las escaleras dejando a los sirvientes intercambiando miradas de desconcierto

LA TRAMPA DEL AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora