Capítulo 1

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Avisarme cualquier error

Hay sendas oscuras que alguna vez debemos de transitar totalmente solos. Caminos desérticos, sin bardas pintadas ni ballas de flores. Carreteras sembradas de pedernales en las que no hay quien nos levante si tropezamos. Aquella hora de desolación era para Jimin una de esas sendas solitarias. Después de convencer a sus sirvientes, el joven había logrado escaparse de la mansión de los Park para rogarle a Rain que le concediera una audiencia con el Tío Abuelo; pero sus esfuerzos habían sido totalmente en vano. El impasible hombre, como totalmente ajeno a la desesperación del chico, le había dicho sin rodeos que tal entrevista era imposible.

- Me temo que la entrevista que usted solicita es imposible. El señor Park no se encuentra en el país en estos momentos, joven .... – Repuso el hombre sin desviar la mirada de la enorme pila de papeles que estaba firmando.

- ¡Por Dios, Rain, no me importa que esté en el fin del mundo! Dígame dónde está e iré hasta allá a buscarlo...– Había rogado Jimin con lágrimas en los ojos.

- Comprendo su preocupación por este asunto, pero lamentablemente usted no puede moverse de aquí, joven...– Contestó el hombre levantando la mirada y el pelinegro le pareció que por un segundo había brillado en sus ojos algo parecido a la compasión, pero al observar de nuevo no pudo encontrar nada más que una expresión vacante e impenetrable... – La familia tiene planes bien definidos para usted, los cuales le exigen permanecer en Chicago.

- ¿Planes? Maquinaciones mercenarias, querrá usted decir... – Estalló Jimin indignado... -Un matrimonio entre Im Jaebum y yo es una absoluta aberración. Jamás consentiré a ello y no creo que el Tío Abuelo, que ha sido siempre tan generoso y considerado conmigo, esté de acuerdo con ello.

- En eso último se equivoca, joven... – Dijo el hombre poniéndose al fin de pie y retirándose los anteojos...– El señor Park está al tanto de las decisiones de la Sra. Hyuna y se encuentra totalmente de acuerdo. Un matrimonio entre usted y el señor Im será una alianza sumamente ventajosa para ambas familias. Sobra decir que siendo usted menor de edad no tiene más opción que aceptar las disposiciones de su padre adoptivo.

- Pero yo no amo a Jaebum. Todo lo contrario ¡Lo aborrezco!... – Exclamó el pelinegro exasperado mientras las mejillas se le encendían de rabia e impotencia.

- Joven... – dijo el hombre en el mismo tono flemático... – El amor no es una consideración relevante cuando se trata de alianzas matrimoniales entre la gente de su clase. El Señor Im es el único hombre de fortuna y abolengo que hasta ahora ha pedido su mano. La familia ha decidido que lo más prudente es aceptar esta oferta tan ventajosa.

- Quiere usted decir que si alguien más se hubiese presentado con una oferta mejor entonces la familia no hubiese tenido escrúpulos en concederle mi mano...– Repuso Jimin horrorizado... –No puedo creer que sean tan inmoralmente avariciosos. ¿Están ahora cobrándose por haberme adoptado vendiéndome al mejor postor?- concluyó él desplomándose sobre la silla de piel y rompiendo en llanto.

Rain guardó silencio y lo dejó llorar sin mostrar siquiera un ápice de simpatía hacia el joven que fuera más allá de ofrecerle un pañuelo para secarse las lágrimas.

- Joven... – Dijo finalmente con voz sosegada cuando la primera explosión de Jimin parecía haberse calmado – Usted debe entender que no tiene más opción que aceptar este matrimonio. Los chicos jóvenes que como usted heredarán grandes fortunas, poco saben de los peligros que implica una alianza imprudente. Es por eso que resulta siempre más conveniente dejar esas consideraciones en manos de personas más expertas en estos menesteres, como lo es la Sra. Hyuna. Por favor, acceda de buen grado a acompañarme ahora de regreso a la mansión.

LA TRAMPA DEL AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora