Capítulo 21

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Avisarme  Cualquier Error


Las miradas de todos los miembros del Country Club se volvían para admirar el paso ligero en un par de botas de piel oscura, los ojos verdes profundos, el sombrero de media copa adornado con una mascada de gasa blanca y la figura esbelta enmarcada por el traje de montar. Sostenido del brazo de su esposo para apaciguar su imperceptible nerviosismo, Jimin avanzaba por los salones del club sintiendo sobre de sí los ojos de la sociedad neoyorquina

- Es Jeon Jungkook y su esposo, el multimillonario y futuro heredero Park Jimin, ahora Jeon Jimin...– Se murmuraba entre las tazas de té y las copas de brandy

- Es hermoso... – decía algún caballero joven

- Pero seguramente existen varios millones de razones más por las cuales el actor lo desposó... – Comentaba un anciano financiero detrás de una bocanada de humo de su habano

- Se dice que los Park adquirieron una ventajosa conexión con la aristocracia inglesa con ese enlace...- Sugirió una dama dejando descansar su cuchara de plata sobre el plato

- Un enlace de conveniencia entonces, con ventaja para ambas partes... – Añadió otra dama – Como debe de ser...

- Aún sin la fortuna, la belleza del chico valdría sumamente la pena... – Insistió el joven

- ¿Hermoso?... – Inquirió la primera dama - ¡Qué va!... Demasiado flacucho...

- Sí, pero con una muy buena retaguardia, que sobra decir que a muchas le faltan....- Dijo ácidamente el joven refiriéndose ocultamente a su intercolutura, la cual no dijo nada, pues claramente había captado el mensaje

Jungkook podía sentir la tensión de su esposo a través de los dedos que Jimin tenía posados en su brazo. Instintivamente cubrió la mano del joven con la propia para infundirle confianza, prolongando el contacto engolosinado con la sensación de bienestar que le producía

"No puedo evitarlo... Me gusta sentir cómo lo miran cuando va a mi lado"... - Se decía el castaño-  "En estos momentos poco importa que él no sea mi esposo en el lecho como en público...Por lo menos aquí, ante los ojos de todos, él es mío... y quién sabe... tal vez, con algo de paciencia pronto su corazón acceda rendírseme como antes"

- ¿Puedes decirme ahora en qué consiste la sorpresa de la que me habías hablado?... – Preguntó Jimin sacando al castaño de sus cavilaciones, una vez que habían dejado los salones del club y se encaminaban hacia las caballerizas

- Un segundo solamente...Quiero mostrarte algo interesante... – Contestó el actor conduciéndolo entre las cuadras y llevándolo hasta un caballo negro con una mancha blanca en la frente que miraba con ojos oscuros y brillantes

- ¡Qué lindo es!... – Exclamó el pelinegro saludando al animal con una sonrisa

– Se parece un poco a la yegua de Yugyeom. Yo la cuidé por un tiempo y éramos los mejores amigos mientras estuve viviendo junto con los caballos en la casa de los Im... ¿Sabes?...

- Pues éste no es yegua... Se llama Sultán y la sorpresa de la que te hablé se encuentra parada a tus espaldas... – Repuso Jungkook esperando a ver la reacción del joven

Jimin volvió el rostro con impaciencia... Sus ojos curiosos se encontraron con una mirada miel que lo observaba con una serenidad bondadosa y una sonrisa franca que él conocía muy bien

- ¡YEOL!... – Exclamó el joven heredero en asombro y alegría

- ¡Oh Por Dios!.. ¡Yeol!... ¡En realidad eres tú!...

LA TRAMPA DEL AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora