Capítulo 33

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Avisarme Cualquier Error

Los Jeon habían pasado la mañana patinando en el sur de Manhattan, luciendo ante todos la escandalosa alegría de estar enamorados. Jimin se había reído hasta que el estómago le dolía al huir de la amenaza de Jungkook, ambos patinando a toda velocidad entre la gente que se esforzaba por esquivarles

Las caídas no se habían hecho esperar y después de la batalla, el ojiverde había terminado con el cabello revuelto, el abrigo algo húmedo, y las mejillas arreboladas. Sin importarles su estado, la pareja había paseado todavía un rato a lo largo de la quinta avenida. El resultado de aquella aventura había sido una pila de regalos navideños esparcidos por toda la recámara de Jimin y un par de abrigos que mandar a la tintorería

- ¿Quiere que ponga estos regalos bajo el árbol, patrón?... – Preguntó Hoseok mientras trataba de poner algún orden en aquel caos

- ¡Oh no!...– Contestó Jimin mientras se secaba el cabello con una toalla 

- Hay que ponerlos todos en cajas grandes porque me los voy a llevar a Illinois. Mi esposo y yo planeamos pasar la Navidad en el lugar en que yo me críe....- Contestó el pelinegro y luego añadió con una sonrisa 

- Tú tendrás dos semanas de vacaciones sin tener que preocuparte de mí..

- ¿En serio?... – Preguntó Hoseok incrédulo pues nunca había gozado de un permiso tan largo

- Así es... Vamos a cerrar esta casa por ese tiempo y dejar que todos tengan días libres para pasar las fiestas con sus familias... Por supuesto, se les pagará su sueldo de siempre... Supongo que tú querrás ir a Chicago para ver a los tuyos....

Hoseok, que en su vida había oído de patrones más generosos, sintió que la garganta se le anudaba de tan sólo pensar en lo que había hecho

- Sí, patrón... Tengo un hijito y me gustaría verlo...

- ¿En serio?... Debe ser algo hermoso ser padre...– Comentó Jimin dándose cuenta de que su sirviente jamás le había hablado de su vida

- Yo quisiera tener un hijo pronto con mi esposo...Sería una bendición....

Por un segundo el joven heredero se detuvo a pensar que su deseo bien podría hacerse realidad muy pronto. Hoseok reconoció la mirada soñadora del ojiverde y una vez más se maldijo por su error de juicio

- Me gustaría que le llevaras algo a tu niño de mi parte...– Dijo luego Jimin saliendo de su ensoñación tan rápido como había caído en él y de un salto se levantó del borde de la cama en que se había sentado

- Toma esto, es un carro de bomberos lindísimo... – Explicó el ojiverde tomando una de las cajas de regalos y ofreciéndosela a Hoseok que no encontraba ya ni qué decir 

- Y este otro es para ti... – Agregó después Jimin tomando una caja grande

- Cuando lo vi en el aparador pensé en tus ojos color café y supuse que tendría que ser para ti... No iba a dártelo hasta antes de salir de vacaciones pero...

Jimin se detuvo al ver que Hoseok se había llevado las manos al rostro y ante su gran desconcierto comenzaba a llorar desconsoladamente... Suponiendo que el hombre lloraba al recordar al hijo tan lejano, Jimin corrió a abrazar a su sirviente para reconfortarlo

- No está bien que un hijo esté separado de su padre... Si lo sabré yo que soy huérfano... Pero si tú estás de acuerdo mi esposo y yo podremos hacer algo para remediar eso... Podrías traerlo a vivir aquí si deseas, o si lo prefieres, te daremos una recomendación para que trabajes con mi amigo Kim Taehyung... – Ofreció Jimin tratando de remediar el dolor de Hoseok

LA TRAMPA DEL AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora