Capítulo 18

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-¡Erika! ¡Erika! ¡Vamos despierta!

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-¡Erika! ¡Erika! ¡Vamos despierta!

La mencionada abre los ojos con fastidio ante las consecutivas sacudidas que le estaban propinando y, somnolienta aun, se incorporó en la cama, dirigiéndole a Nathalie una mirada irritada.

-¿Se puede saber por qué tanto jaleo? -demanda -Aún nos quedan unos minutos de sueño ¿Qué rayos pasa?

-¡Es algo increíble! -a la morena le brillaban los ojos con emoción -¡Tienes que verlo!

Erika observa a su compañera recelosa, no era habitual en ella madrugar, de hecho, era la primera vez que la veía haciéndolo.

-¿Y exactamente qué es lo que tengo que ver?

La rubia se levantó de la cama con un gran suspiro, expectante a la respuesta de su amiga, al parecer esos pocos minutos que le quedaban para dormir ya no podría emplearlos.

-Venga vístete -ignorando su pregunta, Nathalie le lanzó el horrible uniforme café -Por favor no tardes...

Con movimientos lentos, por el resiente despertar, Erika se desprendió del camisón que la cubría y comenzó a vestirse, todo bajo la atenta mirada de su amiga. Hacía mucho desistió en lo de mostrarse pudorosa, total, ambas eran chicas y con la oscuridad que reinaba siempre tampoco es que pudiese ver mucho. Aun le parecía sorprendente como a primeras horas de la mañana daba la impresión de ser medianoche. Claro, en la parte principal del castillo estaba todo mucho más claro y a media tarde se podía apreciar un hermoso brillo rojizo. Sin embargo, en el sótano donde permanecían los cuartos de los sirvientes sí que no penetraba ni la más mínima luz y Nathalie le había explicado cómo estaba prohibido por el príncipe heredero encender candelabros o algo por el estilo, una soberana tontería en su opinión.

-Ya estoy... -expresó con desanimo mientras se recogía el cabello en una improvisada coleta, si se ponía a cepillarse como era debido a su amiga le daría un ataque -A propósito ¿Por qué te has levantado tan temprano?

-A veces no puedo dormir y me escabullo hasta el exterior del castillo a tomar un poco el aire -Erika abrió los ojos sorprendida, llevaba ya unos días durmiendo con ella y jamás se había percatado de ese detalle -Sin embargo hoy me levanté y me encontré con esto...

-De que ha-...

Antes de que pudiese acabar Nathalie abrió la puerta de la habitación, que había permanecido cerrada hasta el momento, y a Erika casi se le cae la mandíbula al piso, sin ser capaz de contener la sorpresa. Rápidamente sale al pasillo y comienza a detallar anonadada su alrededor.

-P-pero e-esto... -tartamudea sin encontrar las palabras -¿C-como...?

El pasillo, antes lúgubre, se encontraba hermosamente iluminado, permitiéndole apreciar por primera vez cada uno de sus detalles. Sin embargo, lejos de lámparas o antorchas como había imaginado, la luz venia de las mismas paredes, quienes resplandecían con brillo propio, sin llegar a parecer agobiantes u ostentosas, no, se encontraban en el punto perfecto de luz y oscuridad.

Príncipe Oscuro (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora