Capítulo 39

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Bueno les dire que últimamente he tenido el internet horrible (mas acertado seria decir que no he tenido xd) He estado intentado subir el cap desde el jueves y no ha habido suerte, parece que se sube, luego me sale error, un drama total... por lo que no se cuando puedan leerlo finalmente. Espero se solucione pronto el problema y algún día se termine por subir el jodido jjj.

Erika caminaba lentamente por el desértico pasillo, sin muchas ganas de llegar a su destino y, al mismo tiempo, deseosa por terminar de una vez

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Erika caminaba lentamente por el desértico pasillo, sin muchas ganas de llegar a su destino y, al mismo tiempo, deseosa por terminar de una vez. Sentía los nervios a flor de piel y aquella pregunta silenciosa no dejaba de rondar su cabeza ¿Qué diablos podría querer la reina con ella? Indagar entre diversas posibilidades hacia que la ansiedad que la consumía fuera creciendo con cada nuevo paso.

Sin embargo las tenues luces que alumbraban su camino, cubriendo por completo las paredes de forma mágica, le producían un efecto contrario. La relajaban y, de algún modo, no se sentía tan sola, pues, por extraño que pareciera, al observarlas no podía más que pensar en él y, por alguna razón, su corazón saltaba emocionado.

De esta guisa llegó a la puerta cerrada de aquella habitación en la que no había entrado nunca y que marcaba el comienzo de los dominios de la reina de los vampiros ¿Cómo sería? Parecía curioso el hecho de que, después de tanto tiempo viviendo en el castillo, no se hubiese encontrado con ella ni una sola vez. Y ya que estaba la descripción que le había proporcionado Nathalie no es que hubiese sido muy útil tampoco: una mujer sombría, solitaria, que prácticamente nunca se dejaba ver y pocas veces abandonaba sus dependencias. De su carácter, que era lo que le interesaba realmente, tampoco es que hubiera sacado nada en claro puesto que su amiga, a esa pregunta, no supo que contestarle.

Con un suspiro resignado y esperando ya cualquier cosa se dispuso a tocar, pero sus nudillos ni siquiera habían llegado a rozar la madera cuando una profunda y delicada voz femenina interrumpió su acción.

–Adelante por favor... –dijo en lo que parecía más una petición que una orden.

Pensando en lo mucho que odiaba y siempre odiaría el oído hipersensible de los vampiros, la joven, haciendo acopio de valor e intentando mostrar la mayor seguridad posible, penetró en la habitación cerrando la puerta a sus espaldas.

Las dependencias de la reina eran realmente grandes y, por algún motivo, ese lugar le recordaba grandemente al cuarto de Alistar. Sin embargo, contrario que el del príncipe, Erika pudo observar con asombro como predominaban por todo el lugar colores como el rojo o el dorado, cosa rara en un vampiro por lo que había podido experimentar hasta el momento. Además de que la habitación no estaba para nada oscura. Por todo el lugar brillaban innumerables candelabros encendidos y el hogar refulgía con una alta y potente llama, casi dando la sensación de luz real. Delante de ella, como rasgo remarcable, se podía apreciar también un gran biombo colocado con finos trazados que, por descarte, debía ocultar la cama.

En perfecto contraste con el fuego, un elegante y encantador resplandor rojizo abarcaba toda la estancia. Un gran balcón de medio circulo que se apreciaba a través de dos grandes puertas abiertas, era lo que permitía que la hermosa luna roja pudiera contribuir a iluminar todo el espacio.

Príncipe Oscuro (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora