Lord Kraig irrumpió como un bólido en los aposentos del príncipe heredero sin molestarse siquiera en llamar, no era necesario, ya lo esperaban. Erika jadeó de dolor cuando soltó su brazo para lanzarla con violencia al centro de la sala y poco faltó para que perdiese el equilibrio y cayese.
La joven una vez incorporada le dirigió una mirada de odio a Marcel por tamaña brusquedad y este le devolvió una de la misma índole. Completamente ofendida y decidida a ignorarlo ladeó el rostro y centró su atención en el resto de personas que se encontraban en la habitación, en quienes antes no había reparado.
Sus ojos se abrieron con horror al observar tendido en la cama lo que parecía una mala versión de Alistar. Se veis pálido, muchísimo más de lo normal, tan blanco como cualquier papel, y su cuerpo estaba surcado de innumerables venas azuladas. Se encontraba incorporado con unos grandes almohadones sosteniéndole la espalda y lucia realmente enfermo y demacrado, como nunca imaginó llegar a verlo. Sin embargo sus ojos inyectados en sangre la observaban con tal furia que la joven sintió su cuerpo estremecer.
A su lado, de pie a un costado de la cama permanecía una chica, sin duda la más hermosa que hubiera visto nunca. Su cabello tan rubio que parecía casi blanco, le caía como una cascada por la espalda, sin una sola imperfección y sus ojos, de un azul tan frio cual hielo parecían querer degollarla. Parecía ser alguien importante y no solo por los maravillosos ropajes que lucía, sino también por su pose altiva y arrogante. Era como una princesa sacada de algún cuento.
-Alis-... -comenzó a decir Marcel pero el mencionado levantó la mano al instante haciéndolo callar.
-Silencio -ordenó el príncipe con voz rasposa y carente de emoción alguna -Al entrar habéis interrumpido a mi invitada y esa es una descortesía que no pienso permitir, por favor querida Alissea, proseguid.
Tanto Erika como Marcel se quedaron de piedra, sin atreverse siquiera a respirar. El aura siniestra que emanaba el príncipe era capaz de envolver la sala por completo y parecía lista para explotar en cualquier momento. Mas su atención se dirigió completamente a la joven junto a él, ignorando a los otros dos.
-Será un placer alteza -la llamada Alissea sonrió coqueta -Os decía que he hecho todo lo posible por contrarrestar el avance de la sangre infectada y gracias al hechizo de hace poco debería desaparecer completamente.
-¿Cuánto tiempo? -exigió impaciente.
-No sabría deciros... -la muchacha desvió la mirada nerviosa -Técnicamente ahora mismo no deberíais ni estar vivo, sinceramente jamás me había enfrentado a algo como esto, pero creo que el motivo es vuestra sangre real. Estad tranquilo, no moriréis, al menos he podido asegurarme de eso, como podéis apreciar gracias a mi tratamiento ahora os encontráis mucho mejor.
¿Mucho mejor? Erika abrió los ojos con horror ¿Quiere decir que antes había estado peor? ¿Cómo podía ser posible? ¿Cuándo había ocurrido esto? Y lo más importante ¿Cuándo había vuelto? Esta mañana cuando salió del castillo nadie mencionó nada del príncipe ¿Acaso había regresado cuando ella se encontraba fuera? Tenía muchísimas preguntas pero nadie parecía dispuesto a contestarlas, y la más importante de todas ¿Qué pintaba ella en todo esto?
-¿No podéis seguir el mismo tratamiento?
-Lo lamento alteza -la chica niega apenada -No puedo absorber más veneno, no soy como vos, eso pondría en riesgo mi propia vida, y de no ser así igual mis poderes se han agotado demasiado como para ser capaces de seguir con el hechizo. Sin embargo confío en que gracias a mi ayuda seréis capaz de terminar de expulsar lo que queda por vuestra cuenta, solo que el proceso será algo mas lento. Yo os recomendaría que guardarais reposo hasta que estéis cien por ciento recuperado.
ESTÁS LEYENDO
Príncipe Oscuro (Terminada)
FantasíaErika es una chica acostumbrada a lo mejor: las mejores ropas, la mejor escuela privada, el auto del año... y es ahí, cuando su vida no puede ser más perfecta, que todo se derrumba. Pareciera que ya nada podría ir a peor pero un irónico juego del de...