El movimiento a sus espaldas la hizo sonreír y relajarse ligeramente. Esperaba por su bien que se estuviese vistiendo, en el bosque había muchísimas ramas que servían para hacer estacas así que a ese chupasangre exhibicionista no le convenía mucho hacerla enojar.
Solo de recordar la escena anterior sentía como sus mejillas ardían ¿Pero qué diablos pretendía con semejante espectáculo? No es que hubiese estado del todo mal claro... ¡Pero aun así! Debería aprender que ese no era modo de comportarse frente a ninguna chica.
–Ya podéis mirar–llamó el príncipe irritado y Erika se dio la vuelta triunfante para encontrárselo completamente vestido y alzando una ceja en su dirección –¿Contenta? Hay que ver lo mojigatos que llegáis a ser los humanos...
La joven lo detallo detenidamente sin poderse quitar la imagen anterior de la cabeza y, por un pequeño momento, se vio tentada a pedirle que la dejara disfrutar un poco más de su escultural cuerpo. Dios... ¿en qué diablos pensaba? Maldito vampiro...
–¿Podríais hacer el favor de mirarme a los ojos? –bromeó él con guasa –Estoy empezando a ponerme nervioso.
A Erika automáticamente se le subieron los colores y levantó la cabeza de forma rápida, completamente apenada.
–Yo... este... veras... –comenzó a balbucear con nerviosismo sin saber que decir y siendo plenamente consciente del ridículo que estaba haciendo, pero era incapaz de parar –No quise...
Ante su sorpresa Alistar estalló en fuertes carcajadas al punto que ella llegó a pensar que se le saldrían las lágrimas ¿Y a este que le parecía tan gracioso? Ofuscada lo observó reír concentrada en el movimiento de su mandíbula, sintiendo que algo importante se le escapaba ¡Pues claro! Su mente había estado tan absorta pendiente a la desnudez del vampiro que se había olvidado de lo verdaderamente importante.
–Deberías limpiarte eso –la joven le señalo la barbilla manchada de sangre y el vampiro automáticamente dejó de reír.
En completo silencio y con gesto incomodo Alistar se acercó al lago y, arrodillándose en el borde, comenzó a pasarse las manos por la boca para limpiarse la sangre. Erika abrió los ojos incrédula ¿la había obedecido?
–¿Qué ocurrió? –se interesó la joven a sus espaldas, meditando si en verdad quería escuchar dicha respuesta.
Ignorándola el vampiro terminó con su quehacer y, secándose las últimas gotas de agua que aún se escurrían de sus guantes empapados, se volteó a enfrentarla con gesto sombrío.
–Este bosque es peligroso querida Erika, mucho más de lo que pensáis –explicó mirándola directo a los ojos –Era mi deber asegurar que no corrierais ningún peligro.
–¿Qué quieres decir? –la chica frunció el ceño confundida.
–Digo que me he encargado de que seamos los únicos seres vivientes en kilómetros a la redonda, he tenido tiempo –se encogió de hombros restándole importancia –Además he encontrado el camino de regreso, no estamos tan lejos como pensé.
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Príncipe Oscuro (Terminada)
FantasíaErika es una chica acostumbrada a lo mejor: las mejores ropas, la mejor escuela privada, el auto del año... y es ahí, cuando su vida no puede ser más perfecta, que todo se derrumba. Pareciera que ya nada podría ir a peor pero un irónico juego del de...