No diré "Te Amo" (Samuel De Luque)

Capítulo 19 "¿Por qué a mí?"

Antes que nada, les quiero agradecer por la participacion y los votos, los valoro mucho, GRACIAS. Una vez mas, felices fiestas bonitas!!! Florencia. B

Capítulo 19  “¿Por qué a mí?"

Estaba despierta, pero aún tenía los ojos cerrados.

Sentía calor, mucho calor, mi cuerpo estaba sudando. También estaba inmovilizada, no podía separar mis brazos y mis piernas.

Lentamente abro los ojos para que la luz de la mañana no dañe mis ojos y me encuentro a un Vegetta totalmente enganchado a mi cuerpo, como si fuera un enredadera.

Sus brazos y piernas pasaban por arriba y por debajo de mi cuerpo dejándome totalmente retenida.

Comencé a separarme de él, el calor que sentía era insoportable.

Una vez que pude ponerme de pie, Vegetta quedo todo estirado sobre la cama de dos plazas, lo tape con la sabana y fui a darme una ducha al baño de mi hermana para no despertarlo.

Luego de estar unos 20 minutos debajo del agua refrescante, cerré el grifo y me puse una bata alrededor del cuerpo y otra en mi cabeza.

Mientras estaba poniéndome crema en el cuerpo escucho unos gritos que venían del pasillo, salgo corriendo del baño y bajo las escaleras lo más rápido posible.

Vegetta estaba en el medio del comedor, solo con pantalones, el pelo alborotado y una pequeña línea en la boca, que demostraba que había babeado en la noche.

Cuando me vio, pareció como si le hubiera vuelto el alma al cuerpo.

-          POR DIOS ABBY, PENSE QUE TE HABIA PASADO ALGO- Me abraso.

-          Solo fui a bañarme- Comencé a reírme, era un extremista. – Estaba en el baño de mi hermana, por eso no me encontrabas- Seguía riendo mientras Vegetta me abrasaba.

-          Hueles bien…- Hundió su nariz en mi cuello y un escalofrío recorrió toda mi columna. –Siempre hueles bien-

Sonó el portero, nos separamos inmediatamente.

-          Yo atiendo, tu vete a cambiar que no quiero que te vean así- Me sonrió

-          ¿Estoy tan mal?- Le puse cara triste. Negó con la cabeza en modo de desaprobación y subí las escaleras para cambiarme.

Me puse unos jeans y una remera suelta, cuando estaba cepillando mi cabello escuche dos voces masculinas hablar en el living, me pareció extraño, así que me apresure para terminar y baje.

Mierda.

Por

Que

Me

Pasa

Esto

A

Mi.

Era Alan… Estaba hablando muy tranquilamente con Vegetta, comencé a sudar en frio, no quería que ellos dos estén en la misma habitación y mucho menos solos.

-          Ey… ¿Ya se conocieron?- Sonreí nerviosamente.

-          Buen día ¿No?- Me reprocho Alan, me tomo de la cintura y me atrajo hasta sus labios, me dio un corto beso que ni siquiera respondí. – Hoy te ves hermosa mi amor… - Me sonrió.

“Cara dura” pensé, pero debía seguirle el maldito juego.

-          ¿Cómo amaneciste, corazón?- Pase un brazo por su cintura para hacerlo más realista.