No diré "Te Amo" (Samuel De Luque)

Capítulo 21 "Me haces tan feliz"

Llegamos al departamento y nos adentramos en el ascensor, no parábamos de besarnos con Vegetta, pareciera como si no pudiéramos separar ni un segundo nuestros cuerpos.

Se abrieron las puertas y sin alejar nuestras bocas, subimos a mi habitación como pudimos, entre tropiezos y risas.

-          Estás borracho- Me reí entre sus labios, se sentían tan suaves.

-          Y loco por ti…- Volvió a besarme, parecía como si tuviera hambre, necesidad de besarme.

Paso su mano por mi abdomen, debajo de la tela, todo mi cuerpo se estremeció.

Comenzó a quitarme la camiseta, alce mis brazos para facilitarle la acción.

Me quede en sujetador, los ojos de Vegetta recorrieron mi torso, y una sensación de vergüenza me invadió.

-          No te ruborices…- Cogió mis manos. – Eres perfecta.- Me beso con seguridad, me hacía sentir hermosa. Nadie, jamás pudo hacerme sentir eso.

Comencé a levantar su camiseta, hasta sacarla por la cabeza. Lo observe con detenimiento. Estaba más trabajado de lo que se podía ver a través de la ropa. Sus pectorales y su abdomen bien delineados, me estaban volviendo loca.

-          ¿Te gusta lo que ves?- Él no tenía verguiza de nada, al contrario, estaba orgulloso.

-          No te me vengas tan arriba- Intente desilusionarlo, me sonrió, sabía perfectamente que me babeaba ante él. Volvimos a besarnos.

-          No sabes cuánto tiempo desee esto.- Cogió mi rostro en sus manos.

Sonó mi móvil.

¿Por qué tienen que interrumpir este lindo momento?

-          Dejaré que suene…- Susurré.

-          Atiende, yo estaré aquí, cuando termines- Me dio un corto beso y se recostó en la cama, pedazo de cuerpote ocultaba Vegetta eh.

-          ¿Hola? ¿Lanita?… ¿Qué sorpresa? Está bien, ahora bajo.- Colgué

Mire a Vegetta con cara de resignación.

-          Es Lana, esta abajo, con un paquete que quiere entregarme, ahora vengo- Le sonreí de lado.

-          No te preocupes, yo voy.- Se puso la camiseta tan rápido que ni lo note. – Os conozco… Se van a quedar hablando un buen rato, y no estoy como para esperar- Me guiño un ojo y de vuelta me ruborice. – Cojo el paquete, y subo ¿vale?-  Me dio un beso rápido, afirme con la cabeza y salió disparado hacia la puerta.

Mientras tanto, yo no sabía qué hacer, me vi al espejo. Tenía el pelo un poco alborotado, pero nada del otro mundo.

No sé porque estaba tan nerviosa, no era virgen, ya lo había hecho varias veces con Alan, pero esto era diferente, Vegetta me ama.

Luego de ponerme un poco de perfume y preguntarme mil veces por qué coño Vegetta no subía, lo vi aparecer por la puerta del dormitorio con una caja blanca, de un tamaño bastante grande, aunque no parecía ser pesada.

Su cara era rara de descifrar.

-          ¿Qué es?- Pregunte con un poco de nerviosismo.

-          Tu vestido…- Dijo en un susurro.

-          ¿Qué?- No le entendí.