¡Te Acompaño!

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Narra TOM

Han pasado casi 10 minutos, ninguno habla sobre el tema.

Ella tiene sus manos sobre su regazo, mueve sus dedos de un lado a otro ¿A caso esta nerviosa? ¿Incomoda? No lo sé...

Su cabello castaño oscuro, ojos grandes como el sol. Su color es miel claro, tiene largas pestañas y unas cejas muy finitas del mismo color que su cabello, su nariz es chata (cuando sus gestos de malgeniada aparecen, su nariz chata no dejan que uno responda con seriedad). Sus labios son delgados, pero se ajustan muy bien a su rostro.

Samantha tiene un rostro muy bonito, pero por más hermosos que son sus ojos, no veo brillo. Y eso me tiene con muchas preguntas ¿Por qué una jovencita tan hermosa, no refleja luz?

¿Exagero? No lo creo....Pero pronto lo sabré.

-Vives muy lejos ¿No?

-Puede bajarse acá.

-No me malinterpretes, gruñona.

-Sí. Vivo lejos, de hecho tengo que coger otro bus.

*Mis ojos se abren como platos* Y ella lo nota -No pasa nada, tengo toda la tarde-.

-Cómo diga, la verdad no me interesa su presencia.

-Ush...Si el camino es tan largo, entonces aprovechemos para conocernos.

-No me gusta socializar.

-Serás mi compañera de clase por todo este año, quizás vayamos a necesitar ayuda mutua.

-Esta bien..Solo porque se que no se va a callar por más que lo ignore, usted es cómo...Un pájaro mojado.

-Pájaro mojado, que definición de mi persona tan chistosa en tan solo dos palabras *Me rio entre dientes*

-Así es.

-¿Con quien vives?

-Sola.

-¡Waoh! Tenemos algo en común.

-Mjum. *Contesto desinteresada*

Quiero preguntar por su madre, pero...¿Y si se altera? ¿Y si no me vuelve a hablar? Mmm..Mejor dejemos que ella sola delate ese secreto.

-¿Y por qué vives sola? Digo, tienes 17 ¿No?

-Por problemas personales, y sí, tengo 17.

-Debes estar bajo un tutor.

-Así es, pero esta a distancia, legalmente tengo papeles que confirman que puedo vivir sola.

-¿Y quien es?

-Mi abuela.

-¡Ah! Pensé que era tú madre.

*Baja su cabeza* -No la pronuncie más-.

-Claro..Como quieras.

Ella se organiza, se levanta y pasa por mi lado.

-¿Aquí es?

-Sí, la cuarta parada.

Nos bajamos y por un milagro al instante llego el siguiente bus.

-Eso fue rápido- *Dije sentándome, moviendo mis piernas a un costado para dejarla pasar* pero ella se hizo dos asientos más adelante.

Ayy Dios...No me voy a rendir, cuando quiero algo insisto por ello y ella tiene algo que me atrae, es como si fuera un imán.

-Volví. *Dije con una sonrisa de oreja a oreja*

-No me sorprende, usted es como un chicle.

-Me gustan los chicles.

Un Paso De La Oscuridad A La LuzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora